Crítica de “El bosque de los suicidios”: película no recomendada para cinéfilos poco optimistas…

Natalie Dormer y Jason Zada nos invitan a suicidarnos con su último film.

Crítica de "El bosque de los suicidios"

El terror japonés, o eso dicen, es más terrorífico que ninguno. Las leyendas y cuentos populares de aquellas tierras tienen algo que sobrepasa el miedo occidental. Todo comenzó con Ringu (Hideo Nakata, 1998). Casualidad o no, punto de inflexión en la vida del pobre VHS. El cine americano tomó buena nota y decidió internarse en el horripilante mundo del J-Horror. Llegaron The Ring (Gore Verbinski, 2002), su secuela y otros tantos remakes. Japón se puso de moda y el terror dio un giro hacia el este. Pero el filón se ha ido agotando y desde hace unos años está a la baja. Quizás por ello el debutante Jason Zada, apoyado por el productor y guionista David S. Goyer (El caballero oscuro, El hombre de acero) ha decidió resucitarlo a su manera.

El bosque de los suicidios no es un remake de una película japonesa, pero bebe de aquella fuente hasta hartarse.
Empezando por el escenario: el bosque Aokigahara, a los pies del Monte Fuji. Continuando por las leyendas. El bosque es realmente uno de los lugares favoritos de los suicidas. Y acabando por esos espíritus (yūreis) tan icónicos de la cultura nipona. ¿Cuál es el problema entonces? Que el director ha llevado su obsesión tan lejos que a uno le entran ganas de suicidarse antes de que acaben los créditos finales. Hay sustos, una japonesa bastante siniestra y un escenario más que propicio para crear ambiente. Pero también hay diálogos terriblemente estúpidos, unos personajes endebles y un final, para eso, para suicidarse.
Los protagonistas de el "El Bosque de los Suicidios"
Natalie Dormer interpreta un doble papel. Y es que los gemelos son siempre bienvenidos en el cine de terror: El otro (Robert Mulligan, 1972), El resplandor (Stanley Kubrick, 1980) o la más reciente Goodnight Mommy (Severin Fiala y Veronika Franz, 2014) son buenos ejemplos. El bosque de los suicidios vuelve a jugar con un tópico, y vuelve a perder. Ni la esforzada chica de Juego de tronos y Sinsajo da la talla, ni el guión permite trabajar la relación entre hermanas de forma eficaz. Tampoco su compañero, Taylor Kinney, ofrece un buen contrapunto. En el reparto, solo los muertos y la japonesita se llevan la palma. 
¿Más tópicos? La música. Coros de niños, melodías atonales… tan visto y tan oído que la inquietud se esfuma si no se trata de una obra maestra. Y Bear McCreary no es Jerry Goldsmith. Aunque a su favor hay que decir que no es mal trabajo. Su relación con la muerte es bastante cercana. Las series The walking dead, Constantine, Intruders o Damien, son un buen entrenamiento. Démosle un voto de confianza.
 
Sin nada más que añadir y no arriesgándome a firmar un final igual de malo que el de la película, concluyo: El bosque de los suicidios, definitivamente, hace honor a su título.
Valoración: 3 / 10
EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS. “THE FOREST” (2016)
Director: Jason Zada
Reparto: Natalie Dormer, Taylor Kinney, Yukiyoshi Ozawa, Eoin Macken, Rina Takasaki, Kikuo Ichikawa, Noriko Sakura, Yûho Yamashita, Stephanie Vogt, James Owen, Nadja Mazalica, Terry Diab.
Género: Terror.
Duración: 93 min.

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