Erase una vez, un matemático de Oxford llamado Lewis Carroll, que concibió la que sería una de las grandes obras de la literatura universal: “Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas”, la cual, posteriormente, tuvo su continuación en “Alicia a través del espejo y lo que encontró allí”, dedicadas a su sobrina Alicia Lidle, una joven que era intrépida, muy curiosa y que tenía muchas ganas de aprender todos los secretos del mundo.
Además de esto, Carroll retaba a su inquieta sobrina con numerosos juegos y enigmas matemáticos, los cuales, también se han recopilado en un libro del cual no recuerdo el título. Alicia en el País de las Maravillas ha sido objeto de numerosas adaptaciones a lo largo de los tiempos; versiones infantiles, películas de cine tanto de animación como de actores reales, y también un curioso videojuego en el que se nos presentaba una versión de este cuento más tenebrosa y deliciosamente gore. Sí, estamos ante un producto que ha trascendido las barreras literarias para convertirse en un objeto de consumo masivo, de considerable éxito, para todo tipo de público.
En el 2010, Disney encargó al director Tim Burton una actualización de este cuento, dando comienzo así a la moda de los remakes de sus cintas de animación que venimos teniendo hasta hoy (hace poco vimos “El Libro de la Selva” y la próxima que tendremos es “La Bella y la Bestia”, no dejéis de echar un ojo al primer teaser). Fue además una película que sirvió para lanzar a una joven actriz llamada Mia Wasikowska, quien tras seis años, ha ido realizando diferentes roles en distintos géneros, lo cual ha venido muy bien porque, en su nueva incursión como Alicia, ha demostrado que es una actriz con mucho futuro. Pero como siempre, no vamos a adelantar acontecimientos, y vamos a ir por partes.
Hablábamos de la primera entrega; tengo que decir que, en su momento, no me gustó. Me pareció una película extraordinaria a nivel visual, pero en el guión, parecía que no habían puesto mucho esfuerzo. Y desgraciadamente llevo arrastrando esa sensación todos estos años.
Los pronósticos de cara a esta nueva película no eran esperanzadores, ya se estaban encargando de vapulearla por todos los sitios, y eso me daba todavía más ganas de verla, ya que la experiencia me ha ido enseñando a no confiar nunca en unos tipos más preocupados por satisfacer su ego que por informar al público, por lo que mi sentimiento con esta película se puede resumir de la siguiente forma: Cuanto me alegro de haberla visto, porque es una preciosidad y una auténtica muestra de esa hermosura que Disney es capaz de alcanzar cuando se esfuerza en hacer guiones que transmitan algo al espectador.
Como decía en el párrafo anterior, vamos por partes:
¿De qué nos hablan los relatos de Alicia?
Alicia en el País de las Maravillas (y posteriormente Alicia a través del espejo) es un reflejo de la personalidad de su autor y una sátira de de la sociedad de su época. Está considerado como una obra de culto del género absurdo; los expertos en la materia aseguran además que es un prodigio literario por sus continuos juegos verbales. La crítica social que contiene el libro se refleja, por ejemplo, en un capítulo en el que los animales hacen una carrera para secarse al salir de un lago, y uno de ellos para arbitrariamente la carrera y es nombrado ganador, a pesar de que los demás reciben un premio cada uno; al parecer esto es una burla, según cuenta John Tone en su artículo del suplemento Verne de El País, sobre las Caucus Races, las carreras electorales de los partidos políticos de la época. Pero, creo que si hay algo importante en esta obra, más allá de todas estas cuestiones, es que nos hablan de dejarnos llevar, de que seamos intrépidos y nos lancemos a la aventura.
El segundo libro es más complejo, menos caótico y tiene la estructura de una partida de ajedrez, siempre según John Tone, y es un acierto por parte de Disney no haberlo adaptado de forma literal. Creo que esta es una de esas pocas excepciones en las que la libre visión del creador cinematográfico, logra resultados excelentes.
A través del Espejo
En el apartado anterior, hacíamos un breve resumen de la esencia literaria de la obra de Carroll con el que explicar qué es lo que quería contarnos el autor, elementos que siguen presentes en esta nueva película. Las cuestiones que se tratan aquí son: la familia como núcleo vertebrador de la sociedad, la importancia del conocimiento, ser atrevidos y no rendirnos; y otro fundamental, dado que hay muchos Estados que se empeñan en destruir nuestra Historia, cambiar nuestro pasado a golpe de decreto, uno de los personajes de esta película afirma: “No se puede cambiar el Pasado, pero sí se puede aprender de él”. Porque se trata de que sepamos quiénes somos y de dónde venimos para que podamos mirar hacia delante. Repito aquí que la película no tiene nada que ver con el relato original, algo que ya pasaba con la anterior entrega. Pero sí que los pilares fundamentales están presentes en ambas.
En esta ocasión, Alicia debe ayudar a su amigo el Sombrerero Loco (Johnny Depp) a enfrentarse a un pasado doloroso, pues a este, se le rompe el corazón cuando descubre un pequeño sombrero de tela que tejió para su padre cuando era un niño, y cree que su estricto progenitor siempre le ha despreciado. El Sombrerero siente la necesidad de reconciliarse con su padre, al que nunca pudo decirle cuánto le quería. Alicia deberá viajar en el tiempo, en una carrera contrarreloj que puede suponer la destrucción de su querido País de las Maravillas.
Al principio del artículo, mencionaba que Mia Wasikowska ha mejorado considerablemente como actriz, pero además, lo que se nota es que el personaje de Alicia es de su agrado, se siente cómoda en él, y no es la única. El genial Johnny Depp parece que por fin vuelve a su elemento natural, esos personajes excéntricos e histriónicos que él domina por encima de otros, además de que vuelve a trabajar con Tim Burton (esta vez solo como Productor) y con Helena Bonham Carter interpretando a la Reina Roja, de nuevo estupenda en el personaje.
Se nota mucho cuándo los actores disfrutan con lo que hacen, y esta película desprende esa unión especial con sus roles. Otro que lo ejemplifica muy bien es Sacha Baron Cohen interpretando al Tiempo Personificado, ¡sensacional!
Además de que, el guión, proporciona más profundidad a los personajes, haciéndolos más interesantes y que podamos conectar con ellos. Y es que, afortunadamente, no se trata solo de un film visual donde brillen los efectos por encima de todo. Es una aventura genial, llena de magia y un poderoso significado. Simplemente, deseo que la disfrutéis.