Crítica de “Sin Tiempo para Morir”: La historia de un hombre llamado James Bond
Madeleine (Lea Seydoux) conduce por la costa durante un atardecer. Va sumida en sus pensamientos, acompañada por una persona muy especial. En un momento dado, Madeleine se siente observada por unos pequeños ojos azules. Sonríe y dice: “Voy a contarte la historia de un hombre llamado James Bond”. Una sonrisa asoma en el rostro de esta persona especial, y también en nuestras caras, porque nos van a contar un cuento.”
Y el cuento comienza con James Bond (Daniel Craig) caminando por una ascendente colina de un pueblo italiano. El sendero de tierra y hierbajos le conduce hacia un cementerio. Va buscando una sepultura específica, a la que llega en pocos segundos. Ante su mirada, está el nicho de piedra blanquecina en el que hay escrito un nombre: Vesper Lynd. James saca una pequeña hoja de papel en la que hay escrita una palabra: PERDÓNAME. Acto seguido, la prende fuego siguiendo la tradición local para expurgar los fantasmas del pasado. Él mismo repite esto varias veces como una oración, sacando a la luz que todavía no ha podido olvidarla, que todavía revive aquellos instantes bajo las aguas de Venecia en los que no pudo salvarla.
Pero James no es consciente de que con este rito personal, ha invocado a otro tipo de fantasmas, que regresan para intentar matarle a él y a su nuevo amor, Madeleine. Ambos se ven obligados a huir de nuevo. Y así pasan cinco años. James vuelve a encontrarse solo, presa de la traición, de que otra mujer le ha traicionado (la secuencia del tren es desgarradora) y vive retirado del mundo. Hasta que su amigo Félix Later (Jeffrey Wright) le pide un favor que le obliga a regresar al servicio secreto de su majestad.
En 007 Sin Tiempo para morir, tenemos una nueva misión para el agente secreto más famoso de la literatura y del cine (aunque también de los videojuegos y los cómics), un auténtico capítulo final para una etapa que supone una pequeña miniserie dentro de la gran franquicia de 007. El guion y la dirección de Cary Joji Fukunaga (creador de la primera True Detective) nos conduce de forma directa al corazón de lo que comenzó en Casino Royale, en esa primera película de Daniel Craig como Bond en la que sufría la puñalada de la traición de la persona a la que amaba (“Has aprendido la lección. Ahora sabes que no se debe confiar a la ligera” le dijo M tras la muerte de Vesper). Craig nos trajo un Bond menos frío, un hombre duro por fuera que sufre por sus heridas, tanto físicas como del alma, elementos que quizás supongan un inconveniente para los fans más acérrimos del personaje, y que aquí suponen una lectura diferente del mismo.
Y no solo del propio Bond, sino también de los villanos que le han acompañado, específicamente los vistos en Skyfall y en esta nueva Sin Tiempo para Morir. Tanto Silva, el malo interpretado por Javier Bardem, como Safin, el psicópata enmascarado al que da vida Rami Malek en esta nueva entrega, tienen algo en común: ambos son Monstruos( siguiendo el concepto literario del término) con ansias de venganza, pero Safin se acaba convirtiendo en aquello que prometió destruir, presa de un odio irrefrenable.
Nuestra opinión sobre 007 Sin Tiempo para Morir
007 Sin Tiempo para Morir no es una película más de una franquicia. Es un homenaje a una etapa, el punto y final de una visión diferente de un personaje mítico, repleta de grandes momentos como el encuentro con Paloma (una magnífica Ana de Armas) o la primera secuencia de la película en la que se presenta en primer lugar al malo, a un hombre enmascarado que camina por un paisaje helado hacia una casa aislada, digno de las mejores películas de terror, demostrando la soltura de Fukunaga manejando diferentes géneros a la vez.
Muchos se preguntan ahora cuál es el futuro que le espera a James Bond. No es misión de este crítico saberlo ni hacer ningún pronóstico absurdo (como los que abundan en estos días en las redes) al respecto. Lo único importante ahora es celebrar que hay una nueva película de un personaje querido y apreciado por todos, que nos van a contar la gran historia de un hombre llamado James Bond.