Crítica de ‘Maléfica 2: Maestra del Mal’, el regreso de Jolie al famoso personaje de Disney
Angelina Jolie regresa a la pantalla grande con Maléfica, uno de sus personajes más icónicos o quizás sea el más icónico, con permiso de Lara Croft, según se mire.
Según tengo entendido, Maléfica es un proyecto personal impulsado especialmente por ella ya que, al parecer, cree que con esta historia puede relanzar su carrera. Quizás se refiera a nivel económico, ya que, en los últimos años, ha ejercido como Directora y Productora de películas menores, más personales, tanto para cine como para Netflix.
Lo cierto, es que la primera entrega de Maléfica le reportó jugosos beneficios, además de que “inauguró” por parte de Disney toda la serie de remakes y versiones live action que encontramos ahora de sus clásicos. Coprotagonizada por Michelle Pfeiffer, Elle Faning y Chewitel Ejioffor, esta Maléfica 2: Maestra del Mal es una continuación nos sumerge de nuevo en el particular mundo de fantasía que rodea al relato original de La Bella Durmiente.
La anterior entrega de Maléfica hablaba sobre la maternidad, el amor, los celos. Contenía temas que podrían haber dado mucho más de sí a nivel argumental; sin embargo la cinta se convirtió enseguida en un parque de atracciones repleto de efectos digitales y escenas de acción sacadas de otras obras del género como por ejemplo el Señor de los Anillos. Si algo precisamente hacía remarcable la primera parte era la interpretación de Angelina Jolie, que lograba hacer una villana con dobleces interesante. O una villana no villana porque ¿realmente esta Maléfica y es tan maléfica? Una pregunta que de nuevo sigue presente en esta segunda entrega.
Elle Faning y Michelle Pfeiffer |
Y ahora encontramos de nuevo el conflicto relacionado con la maternidad pero trasladado al subtexto. Ahora en esta Maestra del Mal lo que se transmite es bien distinto, o más bien una repetición de lo anterior: dos reinos enfrentados, con gentes distintas, culturas diferentes.
Unos son humanos, otros criaturas mágicas. Aurora (Elle Faning) reina entre las criaturas mágicas, y su relación con el Príncipe Phillip promete una alianza pacífica entre ambos reinos para crear puentes, relaciones, y lograr un progreso juntos. Un mensaje que va en el orden de la condena al ser humano como depredador de la naturaleza, pues el conjunto de este film es a lo que nos remite, además de que podríamos entrar a valorar el significante de la película en cuanto al racismo o la xenofobia.
Pero si hay algo realmente interesante en la cinta son dos aspectos concretos: Michelle Pfeiffer y su personaje de la Reina Ingrid, que serviría para hablar sobre las historias y el arte de contar. Y como pasaba con la anterior entrega, la temática es relegada a un segundo plano para dar espacio al espectáculo más artificial y no por ello menos resultón de cara al público al que va dirigida. ¿Es Maléfica un buen espectáculo visual? Sí ¿Es Maléfica entretenida? Sí. Y eso no resta el hecho de que contenga elementos que la hagan ser muy limitada y que surja enseguida la pregunta de si realmente aguantará el paso del tiempo.