Si en algo empieza a destacar la conocida plataforma es precisamente en su apartado cinematográfico. Se nota que están haciendo un notable esfuerzo para no ser solo un portal de series y recuperar lo que los estudios grandes están perdiendo, el cine de autor. Pero no entendido como el independiente o de pocos medios, sino a los directores que son creadores y que apuestan por historias diferentes. Vamos, lo que se ha hecho toda la vida desde que el Cine existe prácticamente. Un Cine que antes entendía de variedad, de multiplicidad de historias y que ahora parece estar condenado a los presupuestos astronómicos y a las recaudaciones aun mas astronómicas todavía, generando una celda de la que va a resultar muy difícil salir. Porque no todas las películas pueden recaudar tres dígitos en uno fin de semana, y porque los superhéroes están cada vez, seamos honestos, más agotados. Sino tiempo al tiempo, porque la invasión de los guerreros con mallas es tal tanto en televisión como en pantalla grande que van a acabar muriendo de éxito y ya no habrá manera de volver a hacer una película de este tipo.
Ya se han unido a la plataforma nombres como Los Coen, Alfonso Cuarón, Don Gilroy, Angelina Jolie, recientemente el actor Chewitel Ejiofor ha realizado su primera cinta como director, una película excelente dicho sea de paso, próximamente se unirá también Guillermo del Toro con una personal visión de Pinocho, Martin Scorsese en Otoño con su Irishman, y ahora, es el turno de J.C Chandor, director de Margin Call, quien nos trae “Triple Frontera”, un thriller producido además por Kathryn Bigelow, directora de En Tierra Hostil y Zero Dark Thirty (ahí es nada) y con un reparto de auténtico lujo: Ben Affleck, Oscar Isaac, Pedro Pascal, Charlie Hunnam y Garret Hedlund, que no son nadie tampoco como todo el mundo sabe.
Pero claro, esta cinta debe tener algo para que solo pueda ser concebida en Netflix. ¿Será porque es de género? ¿Será porque no es de superhéroes? ¿Será porque es un thriller de acción de los de toda la vida? El caso es que lo que se pierden las salas, lo ganamos los abonados de Netflix, y da gusto, porque Triple Frontera mola, sus actores desprenden química, y nos cuenta un relato muy interesante.
Tom, Santiago, William, Pope y Ben forman un equipo de mercenarios. Veinte años antes fueron también compañeros en el Ejército, donde vivieron muchas cosas que les ha dejado marcados, especialmente a Tom (Ben Affleck), quien a duras penas pude salir adelante y echa de menos la adrenalina. Santiago (Oscar Isaac) convertido en un policía que lucha contra narcotraficantes los reúne para hacerles una propuesta: acabar con el nuevo cartel más importante de México y de paso, quedarse con su fortuna económica, que está valorada en cien millones de dólares.
Lo que empieza siendo una misión clandestina, en la que no cuentan con nadie, y donde se desdibujan las fronteras entre lo legal y lo criminal, se convierte en una cacería, en una metáfora sobre la codicia, sobre aquellos olvidados que son los hombres que dan su vida por defender la democracia y la libertad, y sobre cómo el hombre puede en todo momento redimirse a pesar de haber cometido la mayor de las salvajadas.
En resumidas cuentas, Triple Frontera resulta una película sensacional, que quizás no pase a la historia como una de las grandes obras, pero que sin duda supone una muestra de aquello por lo que quiere apostar Netflix ahora, y que nos demuestra que estas plataformas no son las que van a acabar con el Cine, sino todo lo contrario, pueden salvarlo.
Entretenida, intensa, dramática, Triple Frontera es mucho más que una sencilla set piece de acción, nos habla de una cruda realidad. Y es que nadie nos va a ayudar, salvo que seamos nosotros quienes nos auxiliemos a nosotros mismos.