Mocha Dick: La Leyenda de la Ballena Blanca, por Ortega y Martínez [RESEÑA]

Mocha Dick: La Leyenda de la Ballena Blanca,

Moby Dick es probablemente una de las novelas estadounidenses más importantes del siglo XIX y cómo tal, suena en el subconsciente de la mayoría. Curiosamente, el relato escrito por Herman Mellville no es precisamente una obra cien por cien original, sino que bebe de historias como la desgracia del barco Essex (el que veíamos en la genial película “En el corazón del mar”), o los relatos de los balleneros que se acercaban a las costas de Chile en busca de ballenas y que, supuestamente, se encontraron con un cachalote albino con un odio visceral por los hombres.

A dicho cachalote se le conocía como Mocha Dick debido a que se le veía en los alrededores de la isla de Mocha, y es ese nombre el que han elegido Gonzalo Martínez (Quique Hache Detective) y Francisco Ortega (Logia)  para bautizar una obra ambientada en ese periodo en el que nos hablan del salvajismo de los barcos balleneros a la vez que nos cuenta una bonita y entrañable aventura protagonizada por dos amigos.

En Mocha Dick (de la que hay una edición de 2016, también de Planeta Cómic y una de 2012 que si no recuerdo mal venía de la mano de Norma) nos encontramos con Caleb Hienam, hijo de un exitoso empresario marítimo de Nantucket, y a Airo Leftraru, un mapuche cuyo sueño es convertirse en arponeros.

Un calamar gigante luchando contra una ballena en Mocha Dick
Un calamar gigante luchando contra una ballena en Mocha Dick

En el primero de sus viajes, ambos participan en el rescate de una barca en la que encuentran a los pocos supervivientes del Essex, quienes les cuentan que una ballena blanca los ataco tras intentar cazar a un cachalote y sus crías, algo considerado como una brutalidad en el gremio.

Tras ese suceso, ambos manifestarán un gran interés por dicha ballena, y movidos por las costumbres mapuches y los apuntes de un biólogo que apunta a como la actividad ballenera pondrá en peligro la supervivencia de estos grandes mamíferos, acaban embarcados en la única flota ballenera que busca encontrar a la mortal ballena albina.

Por supuesto, su cometido es el de evitar que acaben con ella o que otros marineros mueran por despreciables actos por la naturaleza y en su camino, se encontrarán con bastantes problemas y algún que otro inesperado compañero de viajes.

Tal y como ocurre en Moby Dick, esta novela gráfica llamada Mocha Dick ofrece un relato bastante completo sobre la actividad de los balleneros, dibujando un perfil de personajes,  costumbres y escenas que difícilmente se pueden olvidar.

Detalles Mocha DickPágina Mocha Dick
La obra comienza dando pie a un flashback del protagonista que nos llevará a sucesos que le
 ocurrieron en el pasado, como cruzarse con los supervivientes del Essex.
 

Con un dibujo sencillo y eficaz Mocha Dick es de esas obras que se leen de un tirón y que tarde o temprano acabas releyendo, y es que pese a que su historia es sencilla, sus personajes consiguen ganarse un hueco en el corazón de cualquiera que tenga un mínimo de humanidad y amor por la naturaleza.

La obra nos lleva por diferentes territorios de la costa atlántica para hacernos partícipes de diferentes puntos de vista del negocio ballenero, las costumbres indígenas americanas y del mundo existente en el no tan lejano siglo XIX, y aunque no es una obra especialmente para niños, creo que es un acercamiento genial para los pequeños a ese clásico literario que es Moby Dick.

Por cierto, además de venir presentada en una edición estupenda (genial la portada con esos “relieves), Mocha Dick incluye un glosario de términos náuticos y balleneros que completan una obra divertid, fácil de leer y muy didáctica.

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