El concepto de inteligencia artificial invade los coches de Hot Wheels para presentar la evolución de los juegos de carreras domésticos. ¿Estás listo competir?
Los juegos de carrera sobre carriles siempre me han encantado. Recuerdo que de pequeño competía con mis primos cada vez que los visitaba, y aunque de grande los problemas de espacio en casa no me han permitido disfrutar todo lo que quería de la pista que tengo guardada en el armario, este sigue siendo uno de mis juguetes favoritos.
Pese a eso, siempre había algo que me molestaba muchísimo de dicho juguete, y era la cantidad de veces que los coches se salían de pista pese a estar “fijados magnéticamente” a esta. Eso, los daños que se producían en los vehículos y el cuidado que había que poner a la hora de montar y desmontar la pista le restaban un poco de gracia al juego, pero ahora, gracias a la innovación tecnológica que Mattel ha incluido en los coches de Hot Wheels, esos “problemas anecdóticos” quedan atrás.
Ahora, gracias a la inteligencia artificial de los coches y la pista de carreras de Hot Wheels es posible competir a velocidades de 180 metros por hora sin miedo a salirnos de la pista y estropear los vehículos. Para ello, dichos coches han sido dotados de una serie de sensores que, como las líneas de ruido “anti salida” de las carreteras reales, evitan que nos salgamos de la pista, logrando así que el juego sea más trepidante y menos desesperante.
Como si de un videojuego que se ha trasladado al mundo real se tratara, los coches con inteligencia artificial de Hot Wheels , están controlados por mandos que nos recuerdan a los de las consolas, y como en este tipo de juegos, nos permiten competir contra la máquina en aquellos momentos en los que carezcamos de acompañantes.
Para ampliar las funciones de juego, estos vehículos también se pueden controlar como vehículos de radiocontrol, permitiéndonos conducirlos por donde queramos y competir con nuestros amigos sin las restricciones de una pista.
Dichos mandos vienen equipados con tecnología punta, y además de incorporar altavoces que harán increíblemente inmersiva la experiencia de conducir estos coches (se incluyen sonidos como derrapes, choques o mensajes de aviso o publicidad típicos de las carreras), nos permitirán incluso lanzar objetos virtuales para obstaculizar a nuestros contrincantes de la misma forma que lo haríamos en un videojuego.
Por si esto fuera poco, la pista es fácil de montar y desmontar, y permite construir hasta cuarenta configuraciones diferentes, algo que sumado al hecho de que el juego permite añadir peligros virtuales a la carrera (ya sea en forma de manchas de aceite o pinchazos), harán que podamos disfrutar de este juguete durante un número de horas inimaginables como ocurre con los videojuegos de carreras.
Personalmente me parece una pasada cómo ha evolucionado este juguete y estoy seguro de que no será el último en incorporar este tipo de tecnologías que consiguen que los usuarios, sea cual sea su edad (podéis estar seguros de que a esto van a jugar niños y adultos) se sientan dentro de una fantasía tan común como es la de pilotar vehículos de carreras.