Entrevistamos a la escritora Isabel Allende, autora de «El Juego de Ripper»

Entrevistamos a la escritora Isabel Allende, autora de "El Juego de Ripper"

La escritora chilena Isabel Allende, afincada en Estados Unidos, se acercó a nuestro país (con única escala en Madrid) para promocionar su nuevo libro, “El juego de Ripper”, su primera incursión en el terreno de la novela policíaca (género en el que triunfa su marido, Willie Gordon). Como grandes amantes de la lectura, no podíamos dejar escapar la ocasión de entrevistarla, así que nos desplazamos hasta el Hotel Ritz de Madrid, donde nos acogió con dulzura y respondió de forma distendida a todas nuestras preguntas. A continuación os contamos todo lo que nos dijo.

Entrevistadores: Quería saber si le han aconsejado mucho a la hora de adentrarse en este mundo, si ha seguido alguno de los consejos y si de verdad cree que hay una fórmula para escribir una novela policíaca.
Isabel Allende:  Yo vivo con un escritor de novelas policíacas que es mi marido, así que hablamos de esto todo el tiempo. No hay una fórmula, pero sí una estructura que tiene este género en particular: que siempre vence la Justicia, hay que mantener el suspense, hay que plantar todas las claves para que el lector las tenga pero no las vea; hay que distraerlo. Todos son requerimientos del género; ahora, dentro de eso, uno hace mucho lo que quiere.
Nadie me dio esos consejos, y si me los hubieran dado seguramente no los habría seguido… (se ríe), pero en el fondo hay [en el libro] mucha burla al género. La novela está escrita con ironía, y también me burlo de las novelas escandinavas, me burlo de muchas cosas. ¿Quién va a tomar en serio la novela policial? O sea, es muy entretenido, pero tampoco hay que darle un peso trascendental.
La última vez que estuvo aquí dijo que cómo iba a escribir una novela policial si tiene un marido en casa que lo hace. Pero ahora se ve que han pasado dos años y…
Ya ve cómo estoy compitiendo con él (risas).

Entonces, nos preguntamos por qué ese cambio.

Bueno, antes de nada, no me pidas que sea coherente y consistente. Miento mucho y muchas veces se me olvida todo. La verdad es que no fue idea mía, se le ocurrió a mi editora, porque yo le dije que pensaba retirarme porque ya estaba cansada y le bajó el pánico (se ríe). Y me dijo que no, que tenía que escribir una novela a cuatro manos con mi marido, y como lo que escribe Willie es novela policial pensé que podría acomodarme a lo que él hace, y empezamos a planear una novela entre los dos.
Y la cosa iba a terminar en divorcio, nos peleamos como perros. Yo empiezo todos mis libros el 8 de enero, así que ese día, a las 8 de la mañana ya estaba vestida, había hecho mi meditación, había paseado a los perros y estaba lista para empezar a trabajar. Él estaba viendo la televisión y haciéndose huevos para el desayuno, así que al final iba a hacer yo todo el trabajo y él se iba a llevar la mitad del crédito, no era muy conveniente para mí. Así que nos separamos rápidamente y él se fue a escribir su sexta novela policial y yo a empezar la primera.
Banner de El Juego de Ripper creado por De Fan a FanPero, por favor, no venga dentro de dos años a decirme que yo te dije que tal y cual cosa y que por qué… No tengo ni idea de lo que te digo… (Se ríe).
Eres una inspiradora para la mujer, y en tus libros las mujeres siempre tienen papeles protagonistas, y también en este libro. ¿Es un guiño a todas las mujeres que necesitan un empujón en la sociedad en este momento o es una forma de resaltar sus atributos que siempre caracterizan a tus personajes? Tales como la pasión, la fuerza, la intuición,…
Mira, yo he trabajado siempre con mujeres y para mujeres. Las conozco muy bien. Tengo una Fundación que trabaja con mujeres y con niñas, en las áreas de la salud, de protección y de educación, incluso planificación familiar. Y a través de la Fundación conozco el valor y el coraje, la resistencia de las mujeres, que a veces han sido sometidas a las atrocidades más inimaginables, y logran superarse.
Los personajes que a mí me interesan, ya sean hombres o mujeres, son gente fuerte que vence obstáculos, los marginales que no están protegidos por el gran paraguas de la sociedad, ésos son los que me interesan. Porque ahí está la historia, todas las historias que vale la pena contar. No las invento, la mayor parte de estas historias han ocurrido o están ocurriendo o estoy segura de que van a ocurrir.

Frases Isabel AllendeNo pretendo dar un mensaje, ni inspirar a nadie, no se trata de eso, se trata simplemente de contar una historia. Pero como siempre en mis libros, lo que importa son las personas y las relaciones de las personas. Tengo muchos lectores, y eso es lo que le importa a la gente, y eso es universal, las emociones son las mismas en todas partes, en una aldea de Kenia, o en una ciudad de Finlandia, la gente siente el amor de la misma manera, siente las mismas necesidades, los mismos deseos, somos muy parecidos; y esos son mis libros, así de simple.

Si me preguntas si lo que pretendo en este libro es inspirar con los personajes femeninos, primero que nada que este libro tiene muchos más personajes masculinos; las únicas mujeres prácticamente son una astróloga loca, una sanadora hippie y una chica friki metida debajo de un capuchón, el resto son todos hombres. Pero siempre son esos personajes que me interesan, gente que vence obstáculos.
En sus novelas hay tres temas que siempre salen, que son el amor y el sexo, la comida, la magia y esoterismo y todas las cosas paranormales. Aquí también aparece la astróloga loca,…
¿Hay astrólogos aquí es España?
Sí. En televisión a partir de las 3 de la mañana.
Y todo el mundo lee el horóscopo, ¿verdad?
Sí. Muchos.
Pues en América latina se llama “Realismo mágico”. Pero cuando pasa aquí no es realismo mágico. (Se ríe).
Isabel Allende en ESpaña
Isabel Allende,  llegando a la entrevista…

Pero al ser ésta una novela negra, y no siendo características del género, ¿te planteaste introducirlas o ya las llevas tan dentro que aparecieron solas?

Así es mi vida, y cualquiera que empiece a leer esta novela, y ya me lo ha dicho todo el mundo, reconoce mi voz inmediatamente. Me ceñí al género, pero eso no quiere decir que tenga que escribir como lo hace Stieg Larsson (“Los hombres que no amaban a las mujeres”).
Es una novela que sigue siendo mía, con los temas que a mí me interesan y con los personajes que me interesan. A mí me importa mucho crear un ambiente. ¿Cómo vas a crear un ambiente en una página? Tienes que sentir la temperatura del ambiente, la neblina, el olor, el sonido,… Sino, ¿cómo lo haces? porque esto no es una película, que todo viene ya hecho, tienes que usar la imaginación del lector, y ahí todos los sentidos cuentan.
¿Sigue algún ritual o disciplina concreta a la hora de escribir tus libros?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, porque eso me permite separar mi año en la parte que estoy haciendo fuera promoción y unos meses en los que estoy encerrada, en silencio, sola, en que puedo escribir. Y como mi vida se complica mucho y todo tiende a separarme de la escritura, si no peleo esos meses para estar sola, no lo consigo.
Frases Isabel Allende

Entonces, mi primer ritual es tener un día para empezar, que ya todo el mundo de mi alrededor lo conoce y entonces lo respeta; y me cuesta mucho que me respeten. Luego, trabajo siempre de día, desde muy temprana la mañana empiezo, y trabajo muchas horas seguidas, hasta que la historia está totalmente contada. Después, ya puedo salir, y puedo ir al cine, e ir con mi gente; porque empieza el proceso de corregir y de confirmar toda la documentación que he hecho en esa parte, pero esa parte ya es más como burocrática digamos, contar la historia para mí requiere entrar en un estado mental en el cual soy casi un medio para que los personajes se manifiesten. Eso requiere mucho tiempo, y mucho silencio.

Ése es mi ritual, básicamente el trabajo; pero un trabajo que para mí no lo es, porque el proceso creativo es fascinante, porque cada libro es distinto, cada uno tiene sus tonos, su manera de ser contada, sus exigencias,… Y cuando me enfrento a la computadora, los primeros días cuando estoy empezando a crear la historia, no tengo idea de dónde va; así que si no le doy ese tiempo, no va a suceder.
Una de las cosas que llama más la atención de la novela son los personajes, la variedad, la riqueza,… Incluso el perro Atila…
Para mí, el mejor personaje es el perro Atila. (Risas)
Sí, es genial. Me gustaría saber cómo trabaja a los personajes, y si los desarrolla por separado, si tiene fichas que va apuntando…
Me encanta que creas que soy organizada. (Se ríe).

Isabele Allende firmando ejemplares de "EL Juego de Ripper" en España
Firmando ejemplares a los fans que habia entre los medios
Por los agradecimientos, se nota que se fija en su alrededor. ¿Piensa en alguien y lo mete en su novela? ¿Cómo desarrolla los personajes?
Depende. En general, a veces, hay un modelo que ya conozco. Por ejemplo, el modelo de Indiana es una sanadora que se llama Ana a secas, que vive en Argentina, que la conozco mucho; una bruja buena, y me sirvió para ese personaje. Otras veces, necesito al personaje. Por ejemplo, tenía a Indiana, pero necesitaba a un héroe, de alguna clase, entonces pensé que un soldado; en ese momento, estaban muy de moda los NAVY SEAL, entonces pensé: “¡Ah! ¡Vamos a meter un NAVY SEAL!”. Pero no conozco a ninguno y además son muy secretos… Y a través de una persona que conozco, que conocía a otra persona, conseguí a un NAVY SEAL dispuesto a hablar, y me fui a Washington, y lo entrevisté durante tres días, conviví con él, y le chupé la sangre como un vampiro, y me sirvió para el personaje.
Otras veces, simplemente, van saliendo los personajes a medida que uno los necesita. No hago una ficha para cada uno, pero cuando lo menciono ya empiezo a imaginar cómo es la vida de esta persona, cómo vive, cómo es su pasado, cómo fue su infancia, qué le gusta, qué no le gusta,… Yo tuve de joven alguna experiencia en el teatro, y yo escribía por ejemplo una obra; y nos sentábamos en una mesa redonda y cada uno de los actores leía su parte, y entonces había veces donde el actor te preguntaba: “¿Por qué digo yo esto? Se supone que yo soy un obrero, yo no debería hablar así. ¿Qué pasado tengo yo para poder decir algo así?”. Entonces, el actor te obliga a definir tu personaje; aunque aparezca un minuto en escena, tienes que saberlo todo sobre ese personaje para que sea creíble. Así, cuando hago una novela pienso en esos términos, en que cada uno de mis personajes es un actor que tiene que cumplir una función, no puede estar ahí de adorno. Cumple una función. Y yo tengo que saber todo sobre ese personaje, aunque lo que diga sea una frase.
La escena del secuestro en el libro me recordó a México, pero ocurre en California. ¿Por qué ha decidido ambientar la novela en California?
Estamos hablando de un asesino en serie, estamos hablando de que secuestren gente todos los días… Esto es un caso excepcional, pero la novela está situada en San Francisco porque es una ciudad ideal para una novela como ésta, ¡tiene hasta neblina! Ya no puede ser más ideal. Y también porque la conozco muy bien, he vivido allí 26 años. Quería hacer una novela muy contemporánea, y empecé a escribirla el 8 de enero de 2012, y la novela transcurre a medida que la voy escribiendo, a medida que la voy viviendo.
Frases Isabel Allende
Sus novelas siempre tienen una cierta tendencia a ser un poco autobiográficas, sobre todo en personas muy cercanas a su familia. Y la protagonista se basa en su nieta, si no me equivoco. ¿Por qué siempre esa inspiración en los personajes?
Bueno, no siempre. He escrito novelas históricas donde los personajes no son de mi familia. Cuando he escrito memoria, por supuesto que la gente era real, la que me rodea. Y, a veces, me sirven de inspiración personas que conozco. En este caso, había empezado la novela pero no sabía para donde iba, y estaba completamente perdida. Lo único que sabía era que quería burlarme un poco del género y quería que fuera una novela que tuviera humor, y que tuviera ironía, y que estuvieran los personajes que siempre me gustan; una novela de relaciones más que de crímenes. Y en eso vi a mi nieta Andrea jugando sola en la cocina con unos naipes y unos dados, y me dijo que estaba jugando en línea a un juego de rol. Yo no sabía lo que era un juego de rol, me lo explicó, me dijo que cada uno inventa un personaje, una batalla y con eso juegan. Y me pareció fascinante la idea, y ella me dio la idea de «El juego de Ripper». Pero, además, el personaje de Amanda se parece mucho a lo que era Andrea cuando tenía 15 años, la capucha, bien friki. Ahora ya es una mujer que está en la universidad.
¿Por qué ella? Porque es un personaje lindo. No es que busque utilizar a mi familia, sino que a veces se da y otras veces no. Pero además todo está ficcionalizado, si Andrea lee la novela tal vez no se va a reconocer.
¿Le ayudó su marido a escribir la novela al introducirse en su género?
Willie es muy generoso, muy abierto. Me ayuda emocionalmente en todo. Cualquier otro se habría molestado, pero él no. No siente que estoy compitiendo con él. Bueno, en ese sentido un marido ideal, ojalá fuera ideal en otros aspectos (risas).
Cuando empecé a escribir la novela, no sabía para dónde iba y él me dijo que tenía que haber un muerto en la primera página. Y cuando empezamos a discutir distintas partes del libro, me ayudó a mantener el suspense, me decía: “No puedes decir eso ahora”. Él no va leyendo lo que yo escribo ni yo leo lo que él escribe, pero lo conversamos; entonces me dijo que si lo decía en ese momento el lector iba a adivinar quién es el asesino, hay que aguantar, pero tienes que dar las claves para que el lector lo descubra.
La novela policial es un contrato entre el lector y el autor, a ver quien gana, es un juego. Yo, como autor, te entrego una historia y tengo que darte todas las claves para que tú adivines el final; pero te tengo que distraer para que no las veas, esas pistas deben de estar escondidas. Si eres un lector avispado, las vas a encontrar, y no importa cómo yo las esconda.
Entonces, una vez terminada la novela, la leí cuidadosamente para ver que no faltara ninguna de las claves; y aunque sea apenas una sugerencia, están todas ahí. Y en eso me ayudó Willie.

La Casa de los Espiritus de Isabel Allende
Una de las novelas de Allende que ha sido adaptada a cine…

 ¿Cuál de sus novelas le gustaría que se llevara al cine y qué director le gustaría para ella?

Mira, te lo voy a contestar de otra manera. Acabamos de pasar por cuatro años pagando unos abogados carísimos en EE.UU. para discutir el contrato de la película de “Hija de la fortuna”. Al final el contrato parecía el libro de teléfono de lo gordo que era, y yo no lo firmé. Los productores de Hollywood quieren los derechos para hacer la película y todo lo demás que se les ocurra en el mundo que conocemos y otros mundos por descubrir. Y no estoy exagerando. Con la tecnología que existe y la que está por inventarse. Y no sólo eso, además no tiene fin, esto es para siempre, por las épocas que vengan. Y además quieren el copyright de los personajes, o sea que si yo vuelvo a utilizar los personajes que yo he creado, les tengo que pagar a ellos un royalty. ¡Yo no puedo firmar eso!
Pero si viene un productor razonable, y me ofrece un contrato razonable, cualquiera de mis libros me encantaría verlo en el cine, menos las memorias. Pero todos los demás sí. Ahora ha habido un proyecto para hacer la trilogía juvenil; “El Zorro: Comienza la leyenda” ya está en producción, pero yo no discutí ese contrato porque hay una corporación que tiene los derechos, y ahí no salí yo a pelear.
Siempre se me acercan con algún proyecto. Ahora hay la idea de hacer una teleserie con “Inés del alma mía”. Yo encantada con la serie, porque ahí lo que me piden es un producto para un mercado y punto. Pero esto otro, que te piden para siempre todo, pues no se puede. “El juego de Ripper” funcionaría muy bien para una película, pero hay otros libros míos que también son muy visuales.
Entonces, ¿prefiere serie a cine?
No es que prefiera las series, sino que estoy dispuesta a firmar una opción para una serie, porque es un contrato razonable.
Frases Isabel Allende¿Y la serie sería en América?
Sería, seguramente, una co-producción entre Chile y España, posiblemente. Estamos todavía, como decimos en Chile, pololeando.
¿Tiene a algún tipo de público concreto en su cabeza cuando escribe sus libros?
En la trilogía juvenil sí, pero en el resto no. Tanto ésta como las otras las pueden leer muchachos también, pero no pienso en ellos cuando las escribo, porque creo que son novelas de adultos. Pero los chicos, aparentemente, pueden leer las brutalidades más grandes y no pasa nada, pero aparece una escena de sexo y ya no es para niños. Donde hay amor no es para niños, donde hay masacre sí.
¿Esta novela la puede leer un chico? ¡Ja! Los niños se meten en internet y leen lo que les da la gana, y los niños están tan acostumbrados a la violencia que todo les va a parecer blando.
¿Qué opinaría si su marido Willie hiciese una novela de realismo mágico?
Si mi marido hiciese una novela de realismo mágico lo ayudaría, pero le quedaría remal. (Risas).
¿Se ha planteado para una futura novela hablar de las mujeres metidas en política? ¿Cree que sería una historia digna de contar?
La historia de Michelle Bachelet (Presidente actual de Chile) es una novela. Ojalá algún día ella misma la escriba, porque es un personaje extraordinario. Pero esas vidas no me pertenecen, les pertenecen a las personas que las están viviendo. Cuando estos personajes históricos se mueren, pasan a ser de dominio público, pero no se va a poner a escribir la vida de Michelle Bachelet cuando ella está viva, ¿no? ¡No es que esté esperando que se muera! (Risas).
¿Cómo ve a las nuevas generaciones y cómo lo refleja en el libro?
Para el libro me sirvieron de modelo todos los chicos que me rodeaban en ese momento, que viven conectados siempre a algo, no pueden separarse del teléfono, su cordón umbilical es el teléfono. Todo lo consultan y están siempre conectados, y hay una conexión muy superficial e innecesaria a mi modo de ver. Pero tienen otras cosas que son extraordinarias, el hecho de que tengan toda la información que quieran instantáneamente en cualquier momento es absolutamente extraordinario. Si yo hubiera crecido con esa cantidad de información, creo que sería una persona tan diferente… El cerebro se desarrolla de forma diferente.
Pienso que el mundo va a cambiar muy rápido y muy pronto, porque hay toda una generación que está muy informada, está conectada y tiene muchos recursos, que puede cambiar el mundo muy rápidamente. Así que me encanta toda esta tecnología, que tiene sus peligros, pero tiene tantas ventajas, … Como todo, pero en este caso creo que tiene muchas más ventajas.

Entrevista Isabel Allende
El que escribe junto a Isabel Allende (lastima lo de los ojos).

¿Va a volver a escribir algo más juvenil?

No me gustan los niños. (Risas). Novelas juveniles tengo “El Zorro” o “El cuaderno de Maya”, que los muchachos lean estos libros, que les van a interesar más que una novela juvenil.
Para usted, ¿Qué es lo principal que tiene que tener un escritor?
No es una sola cosa. Yo creo que hay que tener oreja para la historia, ser un “cuentacuentos” es muy importante. A veces, de forma despectiva, me dicen que soy una narradora, y a mí me parece tan halagador, porque el saber qué es lo que vas a iluminar, qué es lo que vas a mantener en la sombra, qué es lo que vas a omitir, cómo mantener la tensión, cómo conectarte con el lector… Todo eso es pura oreja, es como el músico, es una cosa que no se puede enseñar. Yo di clases de literatura hace años, y si de mis 20 alumnos, uno tiene buen oído para contar, y a los demás les puedes enseñar a escribir pero no les puedes enseñar a contar. Todos van a poder ser muy buenos para escribir, pero no todos van a poder contar además de escribir, eso es lo que se requiere, porque no todo el mundo lo tiene.
Además, se necesita disciplina, leer mucho, estar informado, documentarte. Para mí, la escritura es como un deporte, porque para poder escribir un libro todos los días te sientas y escribes horas y horas. La mitad de eso va a parar a la basura, no se va a usar nunca, es como un entrenamiento deportivo, hay que escribir todos los días y de ahí saldrá una página o dos.
No creo que se pueda aprender a contar, es algo innato. Como la gente que sabe contar chistes, es innato, tienen la memoria, y el ritmo y la pausa justa… Y te hacen el chiste al final. Yo trato de contar un chiste y se me arruina por la mitad. (Se ríe). No tengo oído para eso.

Entrevista redactada por Eduardo Quintana . Maquetación realizada por José Joaquín González Haro.

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