Todos los caminos llevan a roma, pero no todos lo hacen de la misma manera. Unos llegan sin más. Otros consiguen llegar haciendo camino, al rodar.
No hay esfuerzo cuando la fuerza nace del amor. No hay cansancio cuando se está cansando de no vivir. No hay dolor cuando lo que duele es realmente alegría. No existe el no, porque donde el no es más grande, habita siempre el mayor de los SI. En la enfermedad, en el deporte y en la vida, que es al a vez enfermedad y competición.
Solo por vivir ya somos campeones. Lleguemos los primeros o los últimos. Siempre que marquemos un camino, uno de todos esos caminos, que llegan no solo a Roma, sino al corazón.
Y ahí es donde camina directa la película de Paola García Costas, dispuesta a caminar donde sea al lado de todas las niñas que sufren el síndrome de Rett (enfermedad genética que afecta al desarrollo neurológico y motor principalmente en niñas). Lo hizo a pie en Línea de meta (2014), y vuelve a hacerlo, esta vez en bici, en Todos los caminos. Si en aquella era un padre maratoniano el que empujaba a su hija en cada carrera, aquí es una hija la que empuja a su padre a recorrer 1500 km de Barcelona al Vaticano.
Con la infancia como motor -la de las mismas niñas y la nuestra- y la sonrisa como avituallamiento, Todos los caminos nos enseña a sentir el valor de la vida, del trabajo, del esfuerzo, de la amistad, del amor. Desde los ojos de una niña y de los niños que fuimos; desde una historia que son muchas pero es una misma. La de un padre (Paco) que lucha cada kilómetro no solo por su hija Martina, sino por todas las que, como ella, necesitan su propio camino hacia la felicidad. Lágrima a lágrima, aguantando el dolor –físico y psicológico- de una carretera que se hace menos dura por ser “el camino”. La de un actor (Dani Rovira) que ayuda no solo con medios materiales, sino con risas. La de un bombero (Germán Torres) que encuentra el sentido en la felicidad de otros. La de un entrenador (Martin Giaccheta) que no entrena únicamente las capacidades físicas. La de tantas niñas, sanas y enfermas, que empujan a los antiguos niños a seguir su camino.
Me gustaría haber entendido mejor la enfermedad más allá de las imágenes de Martina. Me gustaría haber sido testigo, más que de alguna de las historias paralelas, de ese inicio del camino, quizás mucho más duro, que es el entrenamiento (Paco salía a entrenar a la hora de comer –en este caso: la hora de no comer- para poder atender a su hija). Pero lo visto es suficiente para emocionarse, reírse mucho e incluso pasar momentos de suspense y tensión.
Sigue tu camino al cine, y no te pierdas Todos los caminos.
TODOS LOS CAMINOS (2018)
Director: Paola García Costas
Reparto: Dani Rovira, Clara Lago, Francisco Santiago, Marina Maldonado, Martina Santiago, Daniela Santiago, Germán Torres, Martin Giaccheta, Juanjo Gallego, Manuel Jerez, Paco Aranda.
Género: documental, enfermedad
Duración: 96 minutos.
