Fahrenheit 451: La versión HBO del clásico de Ray Bradbury [CRÍTICA]
Hacer una adaptación de Fahrenheit 451 no es tarea fácil y hacerlo, encima, pensando en el público actual es todavía más difícil.
Pese a ello HBO se ha jugado el tipo en una apuesta arriesgada que tenía como principales reclamos el valor de la obra a adaptar (la cual ha envejecido regular… todo hay que decirlo) y dos actores de primer nivel como son Michael Shannon y Michael B. Jordan.
Con esos elementos en juego y aprovechando el tirón que parecen tener últimamente las películas pensadas para plataformas VOD, HBO se tiraba a la piscina y en mi opinión, ha fracasado estrepitosamente.
Cierto es que a estas alturas no recuerdo todos los aspectos de la obra de Ray Bradbury, pero esta versión de Fahrenheit 451 me ha parecido un fiasco como adaptación y como película.
El hecho de contar con un buen reparto y una buena producción nunca suele solucionar los problemas de guión y en este film televisivo de alto presupuesto los hay a patadas.
Michael Shannon y Michael B. Jordan |
De la obra original conserva el hecho de trasladarnos a un mundo distópico, en el que los bomberos se han convertido en agentes y verdugos de aquellos que atesoran el conocimiento en forma de libros, y la historia de cómo uno de estos bomberos acaba siendo seducido por los libros. Más allá, y a riesgo de equivocarme por mi falta de memoria, creo que hay poco más en común (bueno también han metido a Clarise) con la obra literaria en la que se basa.
Eso, que podría entenderse como una simple licencia creativa, vuelve a incidir en esa tendencia de alterar por completo una obra para hacer un producto que simplemente intenta aprovecharse de los seguidores de la obra original, pero es que, como decía, el film tampoco funciona como película. No es ni divertida, ni entretenida.
Sofia Boutella |
La falta de explicaciones sobre el mundo en el que nos movemos, la locura y acciones de sus personajes, y una trama sin pies ni cabezas sobre un invento para difundir la cultura y el conocimiento (el Omnix) nos hace ir avanzando por la película en modo automático a la espera de unas respuestas que nunca llegan y eso, al menos a mí, me toca soberanamente las narices.
En mi caso, conocía el trasfondo de la historia por haber leído el original y tener algo de cultura sobre este tipo de literatura, pero poniéndome en el lugar de quienes se acercan a esta Fahrenheit 451 sin conocimientos previos, tengo que admitir que no encontraría nada atractivo en la obra más allá de los actores principales. En fin, otra vez será.