Vuelven los piratas más famosos de la historia del cine. Bueno, más bien el más famoso, el capitán Jack Sparrow, en una nueva aventura que cierra un ciclo y abre otro nuevo, del que ya veremos qué nos depara.
Por mi parte, he de admitir que no tenía demasiadas expectativas con esta película, especialmente después del fracaso de la anterior y las entregas 2 y 3, flojitas de por sí. Ha sido una saga bastante irregular, llena de altibajos con relatos un tanto barrocos, complicados y muy largos en alguna ocasión (en el fin del mundo duraba casi tres horas).
Esta nueva aventura no es que sea algo muy original e innovador, sigue siendo lo que ha sido hasta ahora, pero los directores del film, Joachim Ronning y Espen Sandberg, logran hacer la mejor entrega desde la Maldición de la Perla Negra.
“Piratas del Caribe: La Maldición de Salazar” comienza con un joven Henry Turner (Brenton Thwaites) que estudia leyendas y mitos del mar, buscando una cura para la maldición de su padre, el mítico Will Turner (Orlando Bloom) que ahora es el capitán del Holandés Errante. Henry entonces averigua que hay una reliquia que puede poner fin a todas las maldiciones conocidas: el tridente de Poseidón. Pero, lo que comienza siendo una misión de rescate y de salvación de un hijo a su padre, se acaba convirtiendo en otra cosa cuando interviene el excéntrico y molesto Jack Sparrow (Johnny Depp). Sí, digo bien esto de molesto, por no decir cansino, porque Sparrow es un personaje que ya no da más de sí, y que lo único que hace es molestar. Sin embargo, no es tan perjudicial aquí como lo era en la anterior película. Aquí por lo menos, tiene una razón de ser que explica entre otras cosas la esencia del villano de la cinta.
Orlando Bloom vuelve a ser un pirata…. |
Sin duda, el mejor villano de la saga y yo diría que es uno de los grandes malvados que ha dado el género de aventuras en los últimos tiempos. El capitán Salazar (un estupendo Javier Bardem) da miedo y no se amilana a la hora de matar. Salazar también es víctima de una terrible maldición junto a su tripulación, y buscará el Tridente para convertirse en el Señor del Mar. Una carrera contrareloj se desata, donde hay acción y adrenalina a raudales, pero a nivel argumental se pierde el objetivo principal de la película, desembocando en un guión desestructurado. Aunque, independientemente de eso, tampoco vamos a pedirle a estos Piratas que sean intelectuales ni mucho menos.
Aquí de lo que se trata es de pasarlo bien, de vivir emociones fuertes y de divertirse a pesar de un cansino Sparrow que lastra las historias hasta el punto de hacerlas perder el rumbo en ocasiones.
Javier Bardem como el malvado Salazar |
Como digo, lo he pasado muy bien con “La Maldición de Salazar”. No es que sea la aventura perfecta de Piratas del Caribe, pero sí que es muy entretenida, sigue conservando un gamberrismo adecuado (afortunadamente, más contenido) y abre un nuevo ciclo en el que esperemos que haya una renovación de personajes importante, si es que la saga quiere tener un futuro. Solo me queda desearos que la disfrutéis.
3 respuestas
Vi el trailer hace un una semana en el cine y la verdad, no me atrae nada verla. Me quedo con las dos primeras de la saga.
¡Saludos!
Éowyn: Yo solo he disfrutado de la primera y como se muestra en la critica, mi compañero Ramiro esta de nuestro lado.
Yo después de ver las últimas no me atraía verla mucho la verdad, pero si se asemeja a la maldicion de la perla…ya me lo pienso.