Crítica de «Kong: La Isla Calavera»: Redescubriendo al rey de Skull Island
Este 10 de marzo llega a nuestras pantallas una nueva película del gorila gigante más famoso de la historia del cine. Ya le conocimos a principios del siglo XX, en una cinta en blanco y negro; posteriormente, en los ochenta, se hizo una nueva versión protagonizada por la guapísima Jessica Lange; y la última vez que le vimos en pantalla grande, fue en el 2005, con una auténtica obra maestra perpetrada por Peter Jackson después de que este finalizase su trilogía del Señor de los Anillos. Aunque, nuestro compañero J.J González Haro, ha publicado esta semana un artículo interesante sobre otras apariciones del gorila, esta vez en la televisión, en el periódico La Voz de Cádiz. Un artículo que merece la pena ser leído sobre todo para cerrar la boca a los que luego van de entendidos sin saber lo que están viendo.
Porque desgraciadamente, este va a ser el destino de este film, ser destrozada sin piedad por los adalides de la pseudointelectualidad y de los que son incapaces ya de disfrutar del cine como un entretenimiento, siempre a la caza del más mínimo resquicio que les facilite su labor de destrucción. Estamos obsesionados con que el Cine tiene que ser algo profundo, casi metafísico. Y efectivamente, ahora es muy complicado encontrar historias que contengan algo especial que nos llegue a lo más profundo. Pero eso no significa que estos productos palomiteros no merezcan respeto o consideración. Por otra parte, seamos sensatos y honestos: Cuando vamos a ver una película de Godzilla ¿Vamos buscando una tragedia familiar tipo Manchester frente al Mar? Personalmente, yo no. Yo busco ver al lagarto gigante pisoteando edificios, causando caos por doquier y repartir estopa a otros bichos más peligrosos que él. Pues esta cinta de Kong es lo que nos da. Un Kong nuevo, diferente, que no tiene nada que ver con el personaje al que estamos acostumbrados.
John Goodman en Kong: La Isla Calavera |
La película además es diferente. Es una cinta que sigue la estela de la reciente Godzilla de Gareth Edwards. Ambas son el preludio de un nuevo universo cinematográfico al margen del superheróico. Occidente, en colaboración con el gigante asiático, está adaptando un género cinematográfico habitual en Japón y en China: el de los Monstruos Gigantes. Ojo, que no solamente pervive en el cine, también en el Manga. Guillermo del Toro ya hizo un homenaje a estas películas con Pacific Rim (la cual me encanta), de la que llegará próximamente su segunda parte. El caso es que en el futuro, seguramente veamos a King Kong peleando con Godzilla.
Respecto de esta película, nos cuenta una historia ambientada en los años 70, al borde del fin de la Guerra de Vietnam. Bill Randa (John Goodman), un científico jefe de la empresa Monarch, descubre unas fotos por satélite de una isla inexplorada, la Isla Calavera. Pide permiso al Congreso de los Estados Unidos para enviar allí un equipo de investigación, con escolta militar. El coronel Preston Packard (Samuel L Jackson) será el encargado de proteger a los investigadores de los peligros de la isla, junto con un ex fuerzas especiales británico llamado James Conrad (Tom Hiddlestone). Una vez se aproximan a la isla, el Rey de la misma, Kong, les dará un caluroso recibimiento. Aquí comienza la lucha por la supervivencia en un mundo nuevo, un lugar de fuerzas naturales muy antiguas, que habitaron el planeta mucho antes que el hombre. La película está hecha como un producto de serie B de la época, de los años 70 y 80, rodada con una estética muy parecida, pero también toca otros géneros, como el bélico y diría también el periodístico, pues el personaje de la reportera Mason Weaver (Brie Larson) va haciendo fotografías para publicar un artículo sobre el descubrimiento. A través de sus instantáneas en blanco y negro, conocemos elementos de la isla. Y como decía antes, el King Kong que encontramos aquí es muy diferente a las versiones anteriores. Este es muy joven, aun no se ha convertido en adulto, es un guerrero más feroz y no tiene tanta humanidad. Respecto de los personajes humanos del film, quizás los más coherentes son los de Packard y su pequeño grupo de soldados; hombres cansados, física y psicológicamente del infierno que han vivido en Vietnam, y que al encontrarse con este nuevo mundo, reviven lo peor de la guerra.
Tom Hiddlestone, Brie Larson y otros en Kong: Skull Island |
Desenfadada y entretenida, Kong: La Isla Calavera, supone un gran entretenimiento con el que romper la reciente tanda de los Oscar, repleta de dramones. Espero que funcione bien a nivel económico aunque no sé si en nuestro país va a tener demasiado tirón porque no estamos acostumbrados del todo a este tipo de films.