Netflix vuelve a estrenar un peliculón. Con “Emboscada Final”, nos encontramos nuevamente con una cinta que perfectamente podría haber acabado en pantalla grande, pero debido a vicisitudes de los estudios actuales, se ha decidido que en las salas grandes solo cabe un tipo de películas.
Dirigida por John Lee Hancock, guionista que ha trabajado con Clint Eastwood cuando este hizo Medianoche en el jardín del bien y del mal, y un Mundo Perfecto, dirige una historia que nos cuenta cómo se atrapó a los legendarios Bonnie y Clyde.
Protagonizada por Woody Harrelson, Kevin Costner y Kathy Bates, “Emboscada Final” es una cinta que tiene todos los ingredientes de un buen noir. Intriga, corrupción, política, y dos personajes principales que buscan la redención, pero, al mismo tiempo, demostrar que no son dinosaurios en el mundo de los locos años treinta posteriores al crack del 29. Harrelson y Costner interpretan a los dos Rangers de Texas a los que recurren cuando ni el FBI ni ninguna otra agencia de policía ha sido capaz de atrapar a la pareja de delincuentes, que allá por donde van, dejan un reguero de sangre.
“Emboscada Final” podría perfectamente haber sido dirigida por Clint Eastwood, está narrada muy a su estilo. Es de ritmo pausado, y nos presenta muy bien a los personajes, incluso a los dos villanos, que solo aparecen un momento al final, pues en toda la película se les representa casi como fantasmas, como sombras que deambulan en un coche y como si fueran una maldición que aparece de vez en cuando para sembrar el pánico.
Además, cabe destacar las interpretaciones de los veteranos protagonistas, que demuestran que siguen siendo grandes actores y que han sido relegados a un injusto lugar por parte de la maquinaria de Hollywood.
En definitiva, para todos aquellos que se quejan de que Netflix no tiene buen producto cinematográfico, “Emboscada Final” es una muestra más de todo lo contrario. Ojalá la mayor parte de las cintas que llegan a la sala grande reuniese esta calidad.
