BraveStarr: Vaqueros espaciales con sabor nostálgico

Tal y como comentaba en el especial de Western, Terror y Ciencia Ficción, el tema de vaqueros y alienígenas es algo que en la animación de los 80 y los 90 si se había tocado bastante, aunque eso si, desde una perspectiva retro/futurista que era lo que se llevaba por aquel entonces.

Cuando digo retro/futurista, me estoy refiriendo al fenómeno que se vivió por aquella época en el cual aunque las aventuras solían estar ubicadas en un futuro lejano, las civilizaciones que lo habitaban mezclaban de forma curiosa la alta tecnología con elementos primitivos dignos del western (Bravestarr, SilverHawks o Galaxy Rangers) o del género de espada y la brujería (He-Man y Thundercats).

Me encantaría ir colgando post sobre este tipo de series en el blog pero en esta ocasión, me centrare en BraveStarr, una de las series de la productora «Filmation» que más disfruté en mi infancia.

¿De qué trataba Bravestarr?

BraveStarr, es una serie ambientada en el siglo XXII en una especie de western futurista. La acción transcurre en un planeta llamado «Nuevo Texas«, un planeta distante a la Tierra en el cual, el Gobierno Multiplanetario ha descubierto un material de gran valor energético, y por tanto económico, llamado «Kerium«.

En este remoto planeta, los nativos están siendo constantemente atacados por delincuentes que vienen a llevarse el precioso mineral que extraen de sus minas. Pero todo esto esta a punto de acabar. Un nuevo marshall ha llegado a la ciudad y su nombre es BraveStarr.

BraveStarr, el protagonista principal de la serie, es una especie de nativo americano (¿quedaran indios en el siglo XXII?) con poderes animales: tiene fuerza de oso, oído de lobo, vista de halcón, la agilidad del puma y esta dispuesto a que la justicia impere en su planeta.

BraveStarr, la Juez Bella, «30-30», HandleBar, Fuzz y un colono de la pradera

Junto a él, y en el bando de los buenos, encontrábamos a personajes tan curiosos como «30-30», el tecno-caballo de BraveStar, el cual podía pasar de ser un equino a convertirse en un humanoide parlanchín, bípedo y portador de un gran rifle al que llamaba Sarah Juana; HandleBar, un enorme tipo verde que sirve copas en el bar de «Fuerte Kerium«; a la Jueza J. Bella, una chica mona que junto al nuevo marshall (¿ no suena mejor sheriff?) intentara que la justicia impere; Chaman, el guía espiritual de BraveStarr y Fuzz, un nativo del planeta con aspecto de perro de la pradera.

En contraposición a los protagonistas, o lo que es lo mismo, en el bando de los malos, teníamos a Tex Hex el principal enemigo de BraveStarr, el cual tenia poderes mágicos que le permitían derribar montañas y crear unas víboras de fuego.

Entre sus sicarios se encontraban Tormenta de Arena y Dingo Dan, el primero controlaba las tormentas del desierto y el segundo era capaz de adquirir el aspecto de quien quisiera.

Ampliando el grupo de villanos nos encontrábamos un par de robots llamados Cactus Head y Thunderstick que, junto a una mujer serpiente llamada Vipra y a Estampida (un demonio con aspecto de toro desnutrido que era quien le daba Tex Hex los poderes y los planes para robar el kerium), líder absoluto de los «malosos», completan la lista de enemigos de este sheriff espacial.

El merchandising de BraveStarr, una intentona de Filmation para hacer caja

Tex Hex con algunos lacayos como Vipra, Dingo Dan y Thunderstic

Básicamente Bravestarr era otro intento de «Filmation» de repetir la jugada que tan bien le salió con He-Man y los Masters del Universo, y al igual que ocurriera con la serie del príncipe de Eternia, Bravestarr también acababa cada capitulo con una moraleja para los niños.

La serie tenia un aspecto genial, sus personajes eran bastante variopintos y como ya ocurriera con otras series de la época estaban enfocados para vender una buena colección de muñecos de acción.

Dicha línea de muñecos era bastante espectacular debido a su tamaño y fidelidad a la serie. He de decir que fue una de las pocas series de las que tuve figuras de acción, y es que a diferencia de ahora, cuando era niño disfrutaba muchísimo tanto de las películas de vaqueros como de los juguetes relacionados con el viejo oeste.

Algunas de las figuras de acción de la colección

Por ese motivo, el año que se estrenó la serie (1987), mi familia me regaló casi toda la colección. Fueron, quizás, las navidades en que más regalos recibí en toda mi vida y, de una «tacada» me hice con el Fuerte Keriun, que incluía la cárcel y el banco; con las figuras de Bravestar y 30-30 (mis favoritos por su aspecto y tamaño), HandleBar, el camarero verde de Fuerte Kerium y los villanos Tex Hex y Arenox.

La verdad es que fue un buen año, hasta que un fatídico día me lleve a Bravestarr al colegio para fardar delante de mis amigos y un maestro (Felipe mamón aun estoy esperando q me devuelvas el muñeco) me lo requisó rompiendo así una colección que he perdido con el tiempo y las mudanzas.

¿Qué fue de BraveStarr?

La serie fue la última de la productora «Filmation» y aunque no estaba mal, no gozo de la fama de creaciones anteriores como He-Man.

Actualmente, aparte de en YouTube, se puede conseguir un DVD titulado «Lo Mejor de BraveStarr» con 215 minutos de animación en el que esta incluida una especie de película titulada «La Leyenda de BraveStarr«, un producto que sin duda tarde o temprano caerá en mis zarpas junto a otras series míticas de los 80/90.

Resulta extraño que series como estas (me refiero también SilverHawks y similares) no hayan tenido un reboot ni remake, pero todo apunta a que el Western, por muy espacial que sea, ya no es un género que atraiga la atención de los pequeños. Toda una pena, pero en fin, BraveStarr, 30-30 y compañía siempre estarán en la memoria de quienes disfrutamos de su serie y el resto de shows animados que amenizaban las meriendas en los 80 y los 90.