En el 2013, el director James Wan logró que muchos nos reconciliásemos con el cine de terror con Expediente Warren, un film que bebía de fuentes ya conocidas como Poltergeist o el Exorcista, y en esa ocasión, había algo realmente especial: la película se basaba en una historia real.
No es que fuésemos a ver una cinta más de casas embrujadas. No. Íbamos a sumergirnos en un relato verídico, en unos hechos vividos por gente de verdad, cuyas vidas estuvieron pendientes de un hilo. Una familia que vivía en lo que parecía ser una casita idílica en el bosque, se enfrentaban todas las noches a un espíritu bastante mosqueado. Los acontecimientos llegaron a oídos de un matrimonio, Ed y Lorraine Warren. Él, demonólogo y exorcista, ella, médium y clarividente. Todos juntos afrontaron aquél horror y pudieron salvar a la familia de Harrisville.
Esto es lo que nos venía a contar la primera entrega de los Warren, que acabará convertida, no sabemos aun, si en una trilogía o en una saga. El tiempo dirá. Ahora, nos centraremos en “Expediente Warren: El caso Enfield”, nueva entrega que se estrena este viernes 17 de junio y que ningún fan de la anterior ni del cine de terror, puede perderse.
En esta ocasión, los Warren investigarán el que sin duda, ha sido el caso de poltergeist más documentado de la historia. Un caso que provocó un gran impacto en la Inglaterra del año 1977. Impacto, y también burlas. Durante unos meses, la familia Hodgson, compuesta por Peggy, la madre, y sus cuatro hijos, vivieron en su casa del barrio de Enfield, un auténtico infierno. La BBC y otros medios del país se hicieron eco del tema. Acudieron periodistas, y gente que estudiaba los fenómenos paranormales. Hay numerosas fotografías que documentan los hechos. El epicentro de los fenómenos era la pequeña Janet de 11 años. Al principio cunde el descrédito, pero luego este se transforma en puro terror. Y es entonces cuando Peggy, desesperada ante lo inexplicable, acude a la Iglesia para pedir ayuda. Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga) no tardan en aparecer para averiguar qué ocurre en esa casa.
Como avanzaba al comienzo del artículo, esta cinta junto con su predecesora, han logrado que me reconcilie con el género de terror, uno de mis favoritos, y del que en los últimos años ha habido intentos bastante pobres de atemorizar a los espectadores.
Bajo mi perspectiva, el gran acierto que tiene la secuela de Expediente Warren (The Conjuring) es su guión; porque es una historia de personajes. En estas películas no priman los fantasmas ni los sustos. Aquí lo importante es que el espectador conecte con la tragedia que está viviendo la familia y con los dos protagonistas. Por primera vez en mucho tiempo, logro empatizar con los caracteres principales, encontrándome además muy interesado, incapaz de apartar los ojos ni un momento para saber qué viene a continuación. Todo estos aciertos, llegan gracias a James Wan, que viene a demostrar que no solo es un gran director de actores, sino que también a nivel técnico puede presumir de una habilidad especial . Asi pues, y tras lo visto en la anterior entrega, en este “Caso Enfield” hay que destacar el plano secuencia de presentación de la casa de Enfield junto con sus habitantes, el cual muestra el impresionante manejo de la cámara que tiene Wan.
En definitiva “Expediente Warren: El caso Enfield”, es una película brillante en todos los sentidos, que transmite un terror diferente, especial, mucho más psicológico y tortuoso que su predecesora, y que afortunadamente huye de los tópicos de los sustos baratos. Sin duda, muy recomendable.
NOTA: Esta película ha sido incluida en nuestra recopilación de Las Mejores películas de 2016 ¡Echale un vistazo!