Gotham 1×09 – Harvey Dent: Crítica / Resumen

Gotham sigue progresando adecuadamente tras acabar con la trama del Pingüino ocultándose, y ahora nos presenta a Harvey Dent.

Tras la conclusión del primer arco argumental en el que el Pingüino desaparecía y volvía a Gotham (ahora vuelve a mostrarse en público), la serie de Fox emprende nuevos caminos, y aunque conserva en su haber las diferencias entre Fish Mooney, Falcone y Oswald Cobblepot, abarca nuevas tramas, como la que presenta en este capítulo.

Selina Kyle vuelve a la vida de James Gordon y este, sabedor del peligro que persigue a la joven por ser la única testigo de la muerte de los Wayne (junto a Bruce), decide llevarla a la mansión del niño que finalmente se convertirá en Batman.

Allí, y pese a las reticencias de Alfred, la joven conseguirá devolver la alegría al pequeño Bruce, y aunque lo haga de una forma muy especial (esta chica está obsesionada con besar al millonario), se creara un vínculo amistoso muy importante que adelanta los romances que más adelante tendrán Catwoman y el hombre murciélago.

Además de mantener en secreto el paradero de la joven callejera, Gordon se pone en contacto con Harvey Dent, uno de los fiscales de la ciudad que como el busca hacer justicia en Gotham, y tras sopesarlo, deciden emprender una plan para poner nervioso a un empresario (Dick Lovecraft) que parece tener intereses en la muerte de los Wayne.

Tras marcarse un gran órdago, Dent empieza a mostrar los primeros síntomas de la violenta personalidad que se apropiara de el cuándo sufra el desafortunado accidente que lo convertirá en el villano conocido como “Dos Caras”, y aunque para eso queda bastante, la trama se anima con el caso de un joven experto en explosivos que es “rescatado de una prisión” para volar una enorme caja fuerte donde Falcone guarda el dinero.

Dicho joven está en manos de unos colaboradores rusos de Fish Mooney, y no está especialmente de acuerdo en acabar con la vida de las personas que pretenden eliminar sus captores, así que ira dejando pistas para Bullock y Gordon que acabaran llevándole hasta él y rescatándolo.

Por supuesto, Oswald también tiene sus momentos de gloria en el capítulo, y tras un par de sospechas, consigue averiguar el secreto de la “espía” de Fish Mooney y amenaza a la joven con acabar con ella si no colabora en sus particulares intereses, los cuales, como ya os imagináis, no son otros que acabar poco a poco con todos sus enemigos y convertirse en el verdadero y único jefe mafioso de Gotham.

El capítulo, pese a no ofrecer emociones fuertes, resulta ameno y entretenido, desarrolla una parte interesante de la historia como es el encuentro de Selina y Bruce, y nos presenta personajes que se añaden a la trama como es Harvey Dent, por lo que sinceramente no lo puedo tachar de un mal capitulo, así que por mi parte se merece el aprobado, algo que no es fácil viendo algunas cosas que han emitido previamente.