Falling Skies: Impresiones del primer episodio

Anoche se emitia por la cadena TNT de España el primer capítulo de la serie de Steven Spielberg Falling Skies. Si bien hay que elogiar la rapidez con la que han emitido la serie respecto a su estreno en los USA hay que decir que es una pena el desperdicio de calidad de imagen pues este canal no tiene versión en HD en España y, además, su calidad de imagen no es para tirar cohetes.

Previo a los títulos iniciales se nos pone en antecedentes de lo ocurrido en boca de unos niños y sus dibujos, que reflejan el horror que de repente les cayó del espacio. El capítulo comienza con una escena de lucha (desigual) entre un grupo de resistentes contra los invasores alienígenas. Noah Wyle (Urgencias) es un antiguo profesor que, por las circunstancias, se ve obligado a poner en práctica sus conocimientos de historia en la lucha callejera.

Ya desde el inicio se nos muestran claramente a los aliens, no escatimando en mostrarnos cómo son realmente, no como en otras series o películas, lo que ya se echaba de menos. Los invasores, a pesar de estar bastante bien conseguidos, no son lo nunca visto, recordando a una especie de cruce entre cangrejos y lagartos. Sus motivaciones para invadirnos y exterminarnos aun no han sido reveladas, al menos en este primer episodio. Sencillamente han llegado y nos están masacrando o controlándonos mediante implantes biológicos.

Lo que llama la atención es la sensación que la lucha de los humanos está totalmente perdida por la superioridad tecnológica de los bichos pues han acabado con los ejércitos y las fuentes energéticas. Así los únicos que resisten el avance son grupos reducidos como al que defiende Tom Mason (Wyle). Es curioso que los edificios permanezcan prácticamente intactos y que la sensación de desastre solo se sugiera mediante la ausencia de la gente de las calles. Sin embargo, no se ven muertos por las calles lo cual no tiene mucho sentido. ¿Han sido todos abducidos? ¿Los han enterrado? ¿Han sido desintegrados por los alienígenas? Aunque la serie se emita en un canal de pago no parece que se hayan excedido mucho con las escenas fuertes. Parece que es una serie dirigida al gran público y que podría ser emitida perfectamente por cualquier otra cadena como la NBC o la CBS. Diría que hasta la Fox es más arriesgada con sus contenidos que la serie de Spielberg.

Falling Skies, no nos equivoquemos, contiene los tópicos de los que adolecen la mayoría de series dirigidas a un público general: figura autoritaria enfrentada con el protagonista, muy superado por las circunstancias; niños que aunque el mundo se esté acabando a su alrededor sólo parecen pensar en jugar y en cumpleaños; el típico viudo y viuda que han perdido sus parejas en la confrontación y donde pronto surgirá la chispa del amor; el hijo prisionero que hay que rescatar; la incomunicación entre los humanos y aliens…

Otra de las cosas incomprensibles del guión es que a pesar de ser un grupo errante de humanos bastante numeroso y visible no sean atacados y masacrados fácilmente por los extraterrestres, aun viajando de día. ¿Es que sólo salen de noche los invasores? De día también pululan con sus naves y robots de combate y aun así la caravana de refugiados parecen tan tranquilos. La idea de los implantes para zombificar a la población, los llamados “yugos”, no es que sea muy original pero al menos se los han currado. Incluso veo un cierto homenaje a películas como Alien, con aquel inolvidable “facehugger“. Otra cosa criticable es el hecho que el personaje de Noah Wyle, con apenas 40 años, ya tenga dos hijos adolescentes y uno con 8 años. ¿Por qué tiene que tener tantos hijos? ¿No sería más creíble que al menos uno de ellos fuera, por ejemplo, un sobrino huérfano? Bueno, otro guió más al público potencialmente familiar de la serie.

Pero es una buena serie a pesar de lo que hemos destacado. Los diálogos no caen en el ridículo como en otras muchas series o películas. Los efectos especiales están bastante conseguidos y no provocan el sonrojo. Quizás la fotografía de la serie sea demasiado plana, poco adecuada a lo que se pretende contar. Las escenas de día están fotografiadas de una manera que no induce a pensar en que el apocalipsis ha llegado. Incluso en la serie FlashForward en la que la población mundial sólo estuvo inconsciente durante 137 segundos se vio más destrucción y caos en las calles que aquí con una invasión alienígena.

Puede parecer que estoy criticando excesivamente a Falling Skies pero no es así porque la serie engancha ya desde su primer episodio. Confío en que los guionistas sepan desarrollar tramas inteligentes, dando más relieve a los personajes y huyendo de los tópicos arriba reseñados. La serie cuenta entre sus productores ejecutivos con Mark Verheiden (Galáctica, Héroes, Smallville, Cáprica), también buen guionista, tanto de cómics como de cine y televisión, y con Greg Beeman, también productor y director de series como Smallville, Héroes o No Ordinary Family.

Sin embargo la larga mano del productor, Steven Spielberg, se nota en la serie así que no busquéis en Falling Skies nada políticamente incorrecto ni que hiera la sensibilidad de la audiencia, que para ser emitida en un canal de pago ya podrían haber puesto más carne en el asador.

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