Ya os he comentado que la tercera temporada de Misfits es un homenaje a todos los tópicos del mundo del cómic y la fantasía, y como tal el intercambio de cuerpo entre un villano y uno de los héroes no podía faltar.
Aunque el episodio gira en torno al dilema moral de un chico que nada tiene que ver con el grupo, incluyendo un poco de crítica al tema de la eutanasia, he de decir que ha sido en episodio que no me gusto mucho. Y no porque no este bien desarrollado o no sea entretenido, sino porque como ya he dicho, la serie sigue estancada sin hace avanzar de forma significativa a sus personajes.
Lo mejor: Ver a Kelly cambiar de vestuario es un detalle positivo, ya que si la chica no es precisamente “agraciada” su estilo macarra no le favorece en absoluto.
Lo peor: un capitulo de transición que no debería tener cabida en una serie con temporadas tan cortas.
Mientras realiza el servicio comunitario en el hospital local, Kelly se queda atrapada en el cuerpo de Jen, una chica en coma. Jen, se apodera del cuerpo de Kelly y se escapa del hospital dejando a la verdadera Kelly atrapada en estado de coma. Cuando la pandilla descubre lo que está pasando idean un plan para traer de vuelta a Kelly del hospital antes de que su maquina de soporte de vital sea apagado.