Disney cierra este año con una obra maestra, que ya le tocaba. Después de seguir arrasando en taquilla gracias a Marvel con Infinity War y ahora conseguir grandes resultados con la sensacional Ralph Rompe Internet, llega por fin su obra más auténtica, la cinta que recupera lo que ha sido la casa del ratón desde siempre, un clásico para toda la familia repleto de aventuras y que te hace creer que lo imposible puede ser posible.
Sopla viento del este, y ya sabemos lo que esto significa. Agarrada a una cometa vuelve esa mujer que es prácticamente perfecta en todo. Mary Poppins, interpretada por una maravillosa Emily Blunt que es absoluta merecedora del Oscar este año, vuelve a la calle del Cerezo, regresa al hogar de los Banks para recordarles que hubo un tiempo en que fueron niños, y sobre todo, para encauzar a la nueva generación, los hijos de Michael. Y con ella recuperamos ingredientes conocidos, y una música excelente.
Poco más voy a decir porque El Regreso de Mary Poppins. Es una película que hay que descubrirla, hay que ir sin saber nada, sin haber visto prácticamente nada de ella, porque está repleta de sorpresas y de homenajes a la primera entrega. Y sí, es una continuación, que al mismo tiempo, es un tributo a esa Disney de los años 60 que realizaba sus películas sin artificios, simplemente buscando agradar. El regreso de Mary Poppins es una obra maestra, un clásico instantáneo. Dejaros llevar por ese viento del este y pasadlo fenómeno.
