Hay pocos personajes que estén tan grabados en el subconsciente colectivo como Drácula y Frankenstein. Mientras que el primero dio pie al genero de los vampiros, el segundo se ha mantenido un poco a su sombra y ha visto como el mito del Monstruo de Frankenstein que nos trajo Mary Shelley adoptaba mil formas distintas en relatos que van del terror al humor.
Con Frankenstein ¡Esta Vivo! Bernie Wrightson y Steve Niles abordan al famoso personaje para ofrecernos una continuación que estoy seguro de que contaría con la aprobación de Mary Shelley y lo hacen a través de un relato en el que nuevamente se nos muestra que el concepto de monstruo es ambiguo y que no se esconde precisamente detrás de aquellos cuyo rostro provoca el terror.
Frankenstein ¡Esta Vivo! fue la última obra del gran Bernie Wrightson, un dibujante que, además de diseñar el aspecto de la Cosa del Pantano, encargarse del diseño de personaje de los Cazafantasmas y colaborar activamente con Stephen King, se dejó el alma en esta historia, encargándose incluso de buscar a un sustituto que pudiera acabar lo que había empezado cuando se le informó de que, por culpa de un tumor cerebral, tendría que enfrentarse a este maldito monstruo tan presente en nuestros tiempos.
Wrightson, por su pasión hacia la obra y el personaje de Shelley, prácticamente dirigió el proyecto y pese a que el guion aparece firmado por Steve Niles, se nota la contención del aclamado guionista de 30 días de Oscuridad para dar apoyo a un maestro que nos deja una obra irrepetible sobre el Moderno Prometeo.
Además de las fantásticas ilustraciones de Wrightson, la historia de Frankenstein ¡Esta Vivo! nos muestra los últimos días del Dr. Frankenstein y el odio que compartía con su criatura. Nos ofrece un mundo en el que la avanzada tecnología del doctor todavía no se ha extendido y en la que, como siempre, la mayor parte de la población sigue odiando aquello que no entiende.
Aunque me gustaría contar más, sería difícil hacerlo sin entrar en territorio spoilers, pero no puedo hacer más que recomendar encarecidamente esta obra, tanto para los que han leído el relato original, como para los que buscan conocer otras facetas del Monstruo de Frankenstein.
Si no conocíais el trabajo de Wrightson, sus ilustraciones en blanco y negro os sorprenderán y animarán a buscar más obras suyas y si sois buenos observadores, seréis capaces de encontrar el momento exacto en el que su luz se apaga y es sustituida por la de Kelley Jones. Sin duda, no es algo sencillo ni agradable, pero es algo que forma parte de la historia del cómic y que hará que recordemos con aun más cariño a Wrightson y a esta obra que Planeta Cómics publica para nuestro disfrute en una edición que recopila los tres volumenes de la edición original y que debe ocupar un lugar destacado en vuestras estanterías.