En los últimos años hemos visto como decenas de comics han sido adaptados al cine y a la televisión. De entre estas adaptaciones sin lugar a dudas las protagonizadas por superhéroes son las favoritas del público, pero en ocasiones surgen películas y series de televisión con superhéroes, que aunque se han visto claramente influenciados por el género que Superman inauguro allá por el lejano año 1938, no están basados en ningún comic en particular.
En este dossier repasaremos una serie de obras (tanto series de tv como películas) que ostentan los elementos más típicos del comic de superhéroes y que en vez de basarse en una obra en particular han bebido de la cultura que rodea a este género tan en alza.
Empezaremos en 1981 con un clásico recordado con mucho cariño como es “El Gran Héroe Americano“. Dicha serie de televisión estaba protagonizada por William Katt (House una Casa Alucinante), en ella nos contaban como tras una serie de particulares circunstancias Ralph Hinkley (un profesor de una escuela de jóvenes problemáticos) era elegido por extraterrestres para ser el portador de un poderoso traje que le conferiría habilidad para volar, resistencia a disparos y golpes, invisibilidad, precognición, telekinesia, supervelocidad y psicometría.
Desgraciadamente para el protagonista, dicho traje venia con un manual de instrucciones que nunca pudo leer, con lo que tuvo que aprender el uso de los poderes por su cuenta, produciendo situaciones bastante cómicas (eran míticos sus desastrosos aterrizajes).
La serie es a día de hoy un producto de culto, y fue cancelada debido a que DC comics interpuso numerosas demandas por plagio a su personaje estrella Superman.
En 1984 un nuevo héroe llegaba al cine de la mano de la productora Troma. Se trataba de “El Vengador Toxico“, una cinta con ciertas dosis de sexo, desnudos y gore que con toques de cinta de serie B (o más) nos traía a un personaje que a pesar de lo que pueda parecer cumplía muchos tópicos del genero que hoy comentamos.
Melvin, es un joven torpe y tímido que trabaja en un gimnasio de la ciudad de Tromaville. Cierto día, los clientes del gimnasio le gastan una broma pesada que hará que Melvin caiga dentro de un barril con productos tóxicos. Lejos de morir envenado Melvin se verá transformado en una criatura deforme pero con grandes poderes que sembrara la justicia en una ciudad repleta de delincuentes.
Aunque el personaje es un poco extraño, y la productora se dedico a mostrar más su talento en cuanto a casquería y chicas ligeras de ropa, no podemos obviar que Toxie( nombre cariñoso con el que lo conocen los fans) es un superhéroe, con mala leche, pero superhéroe al fin y al cabo. Y es que tanto su origen (obtiene sus poderes en un accidente) como sus objetivos no distan nada de otros personajes míticos de DC o Marvel.
Damos un salto hasta 1990 para detenernos en “Darkman” la primera cinta de estudio que hizo Sam Raimi (Evil Dead).La cinta, protagonizada por Liam Neeson, proponía un nuevo superhéroe creado por el mismo Raimi (quiso hacer una versión de la Sombra, pero no pudo hacerse con los derechos de la obra). En “Darkman” asistíamos a la historia de Peyton Westlake, un científico que era salvajemente agredido por un grupo mafioso. Peyton sobrevive con graves quemaduras en el cuerpo y una lesión nerviosa que le impide sentir cualquier estimulo (ya sea dolor o placer). Dado por muerto, asumirá la personalidad de Darkman, un ser que puede cambiar de aspecto gracias al invento que casi le cuesta la vida y que ahora le ayudara en su busqueda de venganza
El personaje, que sirvió a Raimi como ensayo en el género superheroico para su versión de Spiderman, estreno posteriormente dos secuelas en el mercado domestico (con otro director y actor protagonista), y tuvo su propia adaptación a los comics, compartiendo incluso cartel con Ash (el personaje que Bruce Campbell interpretaba para Evil Dead) en un comic de su serie “El Ejercito de las tinieblas”.
Nuestra siguiente parada nos lleva hasta el año 2000, año en el que M. Night Shyamalan estrenaría esa joya que es “El protegido“. Protagonizada por Bruce Willis y Samuel L. Jackson nos metía de lleno en una historia donde se jugaba con la idea de que los superhéroes eran la mitología heroica de nuestro tiempo.
En la cinta Willis interpretaba a David Dunn, un vigilante de seguridad que es el único superviviente a un grave accidente de tren. Dunn, que no recuerda haber estado enfermo nunca, se convierte en la obsesión particular del dueño de una galería de arte relacionada con los comics que padece una enfermedad que lo hace especialmente frágil. Dicho personaje mantiene la teoría de que al igual que él es terriblemente frágil, en la tierra debe de haber un ser diametralmente opuesto a su estatus, un ser invulnerable como los que aparecen en los comics.
La cinta, que es una verdadera maravilla, traslada los tópicos del genero superheroico a un mundo en el que los héroes pueden convivir entre nosotros sin que ellos siquiera sepan lo que son. Debido a la legión de seguidores que tiene la película, Shyamalan ha anunciado que filmara una secuela en breve, algo que sin duda muchos de vosotros celebrareis como yo.
Llegamos al año 2001 con “Mutante X” una serie de televisión que vino a aprovechar el éxito cosechado por la adaptación a la gran pantalla de los X-Men que en el año 2000 hizo Bryan Singer. La serie creada y dirigida por Avi Arad (uno de los presidentes ejecutivos de Marvel Studios), fue una fea jugada de la Marvel a la Fox, quien veía como una franquicia tan jugosa como los X-Men era explotada de forma encubierta por Marvel Studios.
La serie contaba la historia de un grupo de mutantes llamado “Mutante X” (que originales) compuesto por Shalimar Fox (Victoria Pratt) una joven con reflejos y fuerza felinos; Brennan Mulwray (Victor Webster) que tiene la habilidad de absorber y proyectar electricidad; Emma deLauro (Lauren Lee Smith), una “Psíquica”‘ con la habilidad de sentir y controlar las emociones y Jesse Kilmartin (Forbes March), cuya habilidad de aumentar y disminuir su densidad, le hace inmune al daño físico, incrementa su fuerza y le permite desmaterializarse y atravesar las paredes.
Dichos jóvenes están a las órdenes de Adam Kane (John Shea), un humano sin poderes que los ha reunido para buscar a otros mutantes como ellos y orientarlos a que usen sus poderes en beneficio de la humanidad.
La historia como veis tiene muchos puntos en común con la de los X-Men, aunque los mutantes de esta serie no nacen con poderes sino que los han adquirido tras ser usados como conejillos de indias por el gobierno.
La serie, que no era ninguna maravilla, duro tres temporadas y no entusiasmo demasiado a los fans de Xavier y Cía.
En 2004, Pixar sorprendió a crítica y público con una cinta de animación cuyos protagonistas eran un grupo de superhéroes. “Los Increíbles“, que casi roza el plagio con obras como Watchmen, Los 4 Fantásticos o los X-Men, supuso un aire de aire fresco a la multitud de producciones animadas que se hacían por entonces. Con la calidad que Pixar imprime a sus trabajos, Brad Bird (antiguo director de capítulos de Los Simpson y más conocido por haber dirigido la película de animación El gigante de hierro) concibió una película a la que cualquier aficionado a los comics definiría como una verdadera maravilla.
La historia se centra en una familia con poderes especiales que vive en una realidad en la que se prohíbe la presencia de superhéroes. Sin embargo, desobedeciendo a las autoridades, Bob Par (antes conocido como Mr. Increíble) sigue saliendo a hacer sus pinitos como vigilante enmascarado hasta que recibe una misión de un importante promotor.
Seguro que todos sabéis como termina la cinta de los Increíbles, así que aprovecharemos la coyuntura para hacer una pausa en este articulo que publique originalmente en el nº 2 de la revista “CineMasComics” y que podéis leer completo en dicha publicación digital, o esperar a la semana que viene para recorrer el resto de personajes que nos quedan por analizar.