Cuando el Viento Sopla: Crítica de un clásico imprescindible

La mente del ser humano es extraña y en ocasiones, nuestras neuronas hacen extrañas sinapsis provocando que se nos metan en el coco cosas que no comprendemos. En mi caso, la ultima vez que me ha pasado eso, ha sido tras ver el trailer de «The Wind Rises» de Hayao Miyazaki, y es que después de su visionado, no podía quitarme de la cabeza la película «Cuando el Viento Sopla» (When the Wind Blows) de Jimmy T. Murakami , un film que vi en los ochenta y que gracias a la distribuidora Cameo, pude revisitar allá por 2010.

La cinta, basada en la novela grafica de Raymond Briggs, es una de esas películas animadas de obligado visionado, y la reseñe en mi antiguo blog, así que aprovechando que la he vuelto a visionar (la tengo en mi poder gracias a que mi mujer me la regalo por reyes en 2010), os dejo por aquí la critica que hice, adaptada a esta nueva plantilla, y con algún que otro ajuste.

En «Cuando el Viento Sopla», conocemos a Jim y Hilda Bloggs, una pareja de jubilados que viven en una remota zona rural de Gran Bretaña durante el llamado periodo de la Guerra Fría. Debido a lo complicado de la situación, el gobierno local ha empezado a distribuir folletos, en los que informa a sus conciudadanos de como actuar en caso de un ataque nuclear. Jim, orgulloso superviviente de la 2ª Guerra Mundial, confía ciegamente en su gobierno y comienza a fabricar un refugio, con el cual, según indican los folletos informativos que ha recogido en la biblioteca de su pueblo, podrán hacer frente sin complicaciones a cualquier contratiempo.

La animación, fiel al cómic, tiene el estilo clásico de la época en que se concibió

Poco a poco, y a medida que va avanzando la cinta, la radio va narrando como la situación entre la Unión Soviética y Gran Bretaña va empeorando, y al contrario de lo que ocurriera en nuestro mundo, el conflicto termina estallando, provocando un bombardeo cerca de la zona donde viven nuestros entrañables ancianitos.

Pese a todo, Jim y Hilda, consiguen sobrevivir a la explosión, y aunque han seguido casi a rajatabla las indicaciones del gobierno, empiezan a enfrentarse a una serie de complicaciones derivadas del invierno nuclear.

Cuando el viento sopla… no está solo entre mis favoritas

La película, fue estrenada originalmente en 1986 en el Reino Unido y cuenta con una animación muy especial: la practica totalidad del hogar de los Bloggs esta compuesto por imagenes reales, y mientras que sus protagonistas están realizados por el método clásico de animación (metodos variados, ya que los recuerdos de los ancianos se nos muestran como cortos animados de diferentes estilos), todo su entorno esta grabado con la técnica stop motion, dándole un aspecto muy curioso a toda la película. Tan especial resulto esta mezcla, que la revista Times la considera como una de las mejores 25 películas de animación de la historia, algo que si bien, no es solo debido al estilo animado, ayudo a posicionarla en ese difícil ranking.

Un ejemplo del cómic en el que se basa, con los estilos diferentes para los recuerdos y cuentos de Jim

La película goza de un ambiente muy especial, y pasa desde la comicidad inicial, en la que vemos a los ancianos montando su refugio nuclear (a la vez que recuerdan tiempos mejores o situaciones recientes), hasta llegar al clímax de la película con la seriedad que representa un ataque nuclear y las tristes consecuencias que este provoca.

Sin duda, entrañable es el mejor apelativo que podemos aplicar a esta genial película, una obra que, como hemos dicho, nadie debe perderse y que como curiosidad, cuenta con un tema interpretado por David Bowie en sus créditos iniciales, un detalle muy especial para una cinta muy especial.