Polémico, provocador, perturbador, grotesco, violento… Éstos son algunos de los adjetivos a los que gran parte del público y la crítica recurrirían para hablar de Lars von Trier y su forma de hacer cine. Y puede que todos ellos no anden tan equivocados, ni tan lejos de la realidad.
Cuando este director de orígenes daneses empezó a hablar de su nuevo proyecto, «Nymphomaniac» y luego aparecieron los tráilers, se desataron una tormenta de comentarios que hablaban de una película pornográfica y sórdida, sexo por puro sexo, y aunque todo parecía apuntar a que tendrían razón, yo solo puedo decir una cosa: ¡Qué equivocados estaban!
Charlotte Gainsbourg y Stellan Skarsgard |
«Nymphomaniac» ni es «9 songs» de Michael Winterbottom ni simplemente el diario de una adicta a las perversiones. Su mensaje es muchísimo más profundo, como también en su momento «Dogville» nos presentaba una moraleja interesante al margen de su estética.
«Nymphomaniac» nos presenta a Joe (Charlotte Gainsbourg), una mujer que se define a sí misma como ninfómana. En los momentos iniciales de la película, Joe se encuentra tirada en la calle y con síntomas de haber recibido una paliza. Un solterón bastante mayor, Seligman (interpretado magistralmente por Stellan Skarsgard) la recoge y la mete en su casa para que se resguarde del frío y se cure de los golpes. Una vez allí, Joe le relata todas sus vivencias sexuales desde su más tierna adolescencia.
Una aparatosa y dolorosa escena |
Las vivencias sexuales de Joe se dividen en ocho capítulos. Los cinco primeros corresponden a la primera parte de la película, y se suceden a un ritmo tan vertiginoso y delirante como la juventud de Joe, que hará que el espectador se quede con ganas de más una vez termina la primera parte. Merece mucho la pena también por cómo Lars von Trier mezcla el humor con el sexo que se muestra, gracias al personaje de Seligman y su forma de relacionar los relatos de Joe con cosas tan dispares como la serie de Fibonacci, en cambio, la segunda parte es más pesada, más lenta, pero su enorme carga dramática y la evolución de Joe (ya interpretada por Charlotte Gainsbourg enteramente) captarán gran parte de nuestro interés. Sin embargo, lo que podría haber sido un producto redondo se arruina, en parte, por un final totalmente innecesario y sin ningún sentido.
Aparte de todo lo anterior, destacaría de «Nymphomaniac» su reparto de actores, sobre todo interpretaciones como la que nos regala Uma Thurman en el capítulo «Mrs. H» o la del sádico que interpreta Jamie Bell. Asimismo, el filme cuenta con una excelente factura técnica, a pesar de que a veces abuse innecesariamente de la cámara en mano, pero los escenarios utilizados, el montaje tan dinámico y el grafismo de algunas tomas hacen ver que la película cuenta con una factura técnica cuidada al mínimo detalle.
Dos de los muchos posters promocionales del film, centrados en este caso en Jamie Bell y Uma Thurman |
¿Veredicto final? «Nymphomaniac» es otra de esas películas que marcan otro positivo punto en la carrera de Lars von Trier, lo cual no era para menos después de regalarnos algo tan fantástico como «Melancholia». Además de todo lo que se ha hablado antes, y como suele ocurrir en el cine de Lars, lo que más cuenta de «Nymphomaniac» es su mensaje final, muy a favor de la mujer y denunciando ese tópico aun por erradicar que hace que se mire mal a las mujeres si a estas les gusta el sexo. En definitiva, mi valoración general es muy, muy positiva, dadle una oportunidad.
2 respuestas
Buenas, empiezo a leer la entrada y leo:
"Su mensaje es muchísimo más profundo, como también en su momento "Dogville" nos presentaba una moraleja interesante al margen de su estética "dogma"."
Por favor, Dogville es cualquier cosa menos Dogma… yo recomendaría cambiar el artículo para no perder toda la credibilidad.
De nada.
Anonimo: ya esta arreglado, gracias por la aclaracion…