Después de dos largas vueltas al Sol, “John Wick” vuelve a las carteleras cinematográficas con el Capítulo 3 de su adrenalínica historia. Al haber matado a “Santino D’Antonio” (un antiguo aliado y posterior enemigo) dentro de las instalaciones del mítico “Hotel Continental”, “La Orden Suprema” (o “High Table” en inglés) pone precio a su cabeza por la estratosférica cifra de 14 millones de dólares. En palabras de la mitología johnwiquesca, “John Wick” (Keanu Reeves) queda excomunicado, por lo que “John” tendrá una hora para huir y lograr ponerse a salvo de toda la jauría de despiadados colegas suyos que buscarán ponerle fin a su existencia. Pero ante la imposibilidad de salir de Nueva York en hora punta (rush hour), “Wick” decide hacer frente a lo que venga, a final de cuentas en algún punto del camino tendrá que portar el traje que mejor le queda: el de la muerte.
“Wick” nos ha llevado a lo largo de 3 películas por un sinuoso andar que te remite a tus más terribles sueños o temores: quedarte solo, sin más apoyo que tus propias habilidades; habilidades que han ido mermando con el tiempo; el desgaste por emplear tu energía en tus cometidos, objetivos o metas; ya no eres tan rápido como antes; ya no resistes como antes; ya tu sistema inmunológico no te defiende como antes; ya no eres el mismo de antes. Llega un instante en el que piensas que es tiempo de rendirte porque tu momento ha llegado. No se hable más. No se diga más. Una oscura tranquilidad habita tu mente…Pero tal vez, sólo tal vez, una antigua enemiga del hombre vuelve para su salvación: la memoria. Y el deseo de “John Wick” por seguir recordando el amor de Helen o, por lo menos, tener la oportunidad de merecer seguir recordando a su esposa, lo ponga a salvo nuevamente.
Laurence Fishburne e Ian McShane |
Y para ello tendrá la necesidad de cobrar viejos favores a colegas a quienes ayudó en el pasado, como “Sofia” (Halle Berry). Este personaje resultará clave en el periplo de este tercer capítulo para “John Wick”. Tenía tiempo de no ver a Halle en algo memorable dentro del cine (tal vez desde su consagración en “Monster’s Ball” de Marc Foster); se le mira resuelta, segura en sus ejecuciones; loable labor de Berry en las escenas de acción: plano-secuencias enteros donde demuestra que practicó durante horas sus coreografías y realmente le han quedado estupendas. Un desdoble corporal energético con categoría.
Un viejo amigo de Keanu Reeves vuelve a aparecer junto a él: el frondoso Laurence Fishburne como “Bowery King”, el mandamás de la tribu urbana “El Barrio” y con quien sostendrá un diálogo final que representa un punto de inflexión importante para toda esta saga. También cabe agregar la participación de Mark Dacascos (a quien recuerdo en aquella curiosa pieza de acción de 1993, “Only the strong” junto a Paco Prieto) como el mortal enemigo de ocasión para John Wick interpretando a Zero. Y sí, en efecto, no podía faltar “Winston” (Ian McShane), que ha sido para “Wick” como el soldado del cuento de Aleksandr Afanasiev, que libera a “John” para que cumpla con su misión, con la quintaesencia de su filosofía: “¡Los mataré a todos!”.
Dos actrices también merecen mención aparte. Empezando con Asia Kate Dillon (“Billions”, “Orange is the New Black”) como “La adjudicadora” (o “The adjudicator” en inglés), quien será la mano fiscalizadora de “La Orden Suprema” en la agobiante persecución a “John Wick”. Fría y taciturna (qué bien le quedan estos condimentos a su rostro cuando está serio), no dará marcha atrás en su objetivo final: la cabeza de babayaga.
Halle Berry |
Y qué decir de la primerísima actriz Angelica Huston (“El honor de los Prizzi”, “La maldición de las brujas”) como “La Directora” de la “Roma Ruska” (un órgano adyacente, pero disociado de “La Orden Suprema”), que canjeará el resguardo de “John Wick” por un viaje a Casablanca, Marruecos para éste. Sabia y contenida, Angelica Huston ejecuta sus diálogos a cuadro y agrega un plus invalorable al cast entero del film de Stahelski, quien no ha escatimado (como ya es su sana costumbre) en las perfectamente coreografiadas, salvajes, estrujantes, por demás sangrientas secuencias de acción. Un festín de lucha en la casa de los cuchillos voladores, acupuntura mortal y hachas; duelos a todo gas en dos ruedas con katanas; y tintes de western urbanizado y motorizado para delicia de los miles de fans que “John Wick” ha generado en estos cinco años de existencia cinematográfica.
2 respuestas
Como siempre complacido con la información recibida. Muy buena reseña y como siempre el resultado es el mismo: YA QUIERO VERLA!!!
Felicidades Eduardo!!!…
Unknown: Gracias por comentar y por tus palabras. Se las transmitiremos a Edu. Un abrazo.