Crítica de Luces Rojas: Apaguen la luz, por favor.
Si de algo podemos tildar la última película de Rodrigo Cortés es de pretenciosa. Con el reciente recuerdo de Buried (Enterrado) en nuestra memoria y tras ciento nueve minutos de alargado y cansino suspense con un final no tan impactante como el director y guionista pretendía mostrarnos, nos preguntamos: ¿Qué ha pasado aquí? ¿seguro que…