En el mercado independiente, se habla pocas veces del cine que no busca el retrato o la denuncia social, sino de hacer referencia a su propio medio y que el público disfrute con el juego de los propios mecanismos del lenguaje cinematográfico, y es dentro de este tipo de películas, donde podemos incluir a «Berberian Sound Studio«, uno de los filmes exhibidos en la edición de este año del Festival del Cine Europeo de Sevilla (SEFF2013), y que supone el segundo título cinematográfico del director británico Peter Strickland («Katalin Varga«).
Así pues, «Berberian Sound Studio» nos presenta a Gilderoy (magistralmente interpretado por Toby Jones), un ingeniero de sonido que llega a un estudio de doblaje en Italia para colaborar en la adaptación de un filme de terror llamado «The equestrian vortex«. Dicho film, sería una película perteneciente a un género de terror típico de Italia, el giallo, en el cual se da más importancia a la «parte formal» (todo el aspecto visual) en sí que a la propia trama, a la vez que se centra demasiado en los crímenes cometidos, recreándolos dentro de un ambiente de violencia demasiado extrema e irreal.
Al principio de esta película muchos podemos sentirnos confusos si vemos que los créditos de cabecera corresponden a los del giallo en el que se trabaja dentro del estudio, pero nada más lejos de la realidad. Y es que la cinta parte de la premisa de relatarnos un filme de terror a partir de las peripecias del estudio de sonido que se encarga de las voces y sus efectos, es decir, nos cuenta cómo se va desarrollando el giallo durante el transcurso del trabajo de doblaje y postproducción sonora, llegando a «influir» en los personajes que llevan este proceso.
Por ello, en el visionado se disfruta de todo un festival de juegos con el sonido y el montaje, así como todo un amplio abanico de recursos metalingüísticos, aunque en ciertos momentos, la película, cae en un exceso de auto recreación y barroquismo, haciéndonos sentir un poco perdidos en la narración frente a una trama que puede resultar incoherente. Pero… ¿Acaso el cine de terror típico de Italia de serie b busca una historia con algo de sentido? Recordemos que le daba más importancia al apartado visual que otra cosa, razón por la que la película se funde tanto en su narración indirecta de un filme de este género que hasta copia sus elementos estilísticos a través de toda clase de efectos. Habrá quien piense que puede ser un título que tras esta máscara visual no pueda ofrecer nada más, pero sí que puede, y es que también es un muestrario del negocio del cine y sus vicios (por ejemplo, la situación de explotación que viven los trabajadores del estudio de sonido).
Sin duda, un título muy recomendable, tanto para aquellos entendidos del cine como para un público que busque una película que no sea la simple narración de un hecho.
