Con tanto «creador de contenidos» (contenidos efímeros en muchas ocasiones), a veces se nos olvida lo mucho que puede influir la obra de alguien en la vida de las personas…
Hoy, 8 de marzo, con la triste noticia del fallecimiento de Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball y otras genialidades, he mirado atrás y, como creador de este blog, me gustaría compartir cuanto influyó en mi vida la obra de este autor.
Dragon Ball o Bola de Dragón como la llamábamos en su día, fue el primer cómic que compré «con mi dinero». Fue la primera colección que me hizo asumir la rutina de ir semanalmente al kiosco y que me hizo tomar contacto con todo el mundillo de aficionados que se generó alrededor.
No solo forje amistad con mi quiosquero (¡un abrazo Antonio!), sino que acabé formando un club de fans con amigos que ya tenía y con muchos otros que se unieron más tarde.
En el club, presumíamos de merchandising e intercambiábamos fotocopias y teorías sobre lo que iba a pasar. En poco tiempo, empezamos a montar un fanzine (¿conoces el término?) como si de periodistas amateurs nos tratáramos.
Fue mi primer contacto con los medios de comunicación y sin duda, esa época marcó mi vida. Tras las primeras fotocopias y montajes, acabé participando y formando parte de varios proyectos de «revistillas» (otra vez fanzines) que incluso me llevaron a salir en televisión con Wakusei Fanzine y unos grandes compañeros (Jairo, Gabriel, Jesús… no os imagináis cuanto hecho de menos nuestras «reuniones editoriales»).
Primero fue «E-Cultura Alternativa» y luego llegó «De Fan a Fan«. Con la tontería de los blogs, conseguí monetizar una afición y acabé trabajado en un medio «de los de verdad» y de paso, seguí aprendiendo para poder vivir de lo que hago en internet.
Recuerdo lo mucho que me insistían en el tiempo que pasaba delante del ordenador y riéndose de lo que me gustaban las fantasías y «los dibujitos».
Sinceramente, no creo que me haya ido mal y no digo que todo esto fuera gracias a Toriyama y Dragon Ball, pero sin duda, este maestro del manga japonés, tendré siempre un rincón en mi corazón de la misma forma que su obra la tiene en mi librería
DEP SENSEI TORIYAMA.