Crítica de «Kingsman: Servicio Secreto»: Una nueva generación de espías diferente a 007

El film de Mathew Vaughn ha recibido un 100% de votos positivos en la web Rotten Tomatoes y nosotros reafirmamos que estamos ante una de las cintas más divertidas del año.
Crítica de "Kingsman: Servicio Secreto"

KINGSMAN: SERVICIO SECRETO llegará a nuestros cines el próximo 27 de Febrero de la mano de 20th Fox España, pero tuvimos la fortuna de poder verla con antelación en el preestreno organizado por nuestros amigos de Sensacine.com en los Cines Kinépolis de la ciudad de la imagen de Madrid.

KINGSMAN: SERVICIO SECRETO (Kingsman. The Secret Service) es la adaptación a la gran pantalla del homónimo cómic creado por Mark Millar (autor Saga Kick-Ass) y Dave Gibbons. La cinta está orquestada por el cineasta Matthew Vaughn, el cual también ha firmado el guión junto con Jane Goldman. Se trata del tercer trabajo que dirige el realizador basado en cómics de la franquicia Marvel, después de “Kick Ass- Listo para machacar (2010)” y “X-Men: Primera generación (2010)” y del cuarto guión que adapta del universo marvelita, ya que colaboró también en el libreto de X-Men días del futuro pasado (2014). En este film tenemos al británico actor Colin Firth y al joven intérprete Taron Egerton como cabezas visibles del reparto junto con el acompañamiento de un magnífico elenco de actores de la talla de Samuel L. Jackson, Michael Cane y Mark Strong a los que les siguen completando el resto del plantel principal, Sophie Cookson, Jack Davenport y Mark Hamill.
La historia versa en un joven descarriado e irreflexivo llamado Gary “Eggsy” (Taron Egerton) que está destinado a recoger el testigo de Harry Hart (Colin Firth), un veterano espía secreto inglés encargado de instruir y entrenar al chico para que pueda convertirse en un genuino Kingsman de una corporación súper secreta de agentes.
Colin Firth en "Kingsman: Servicio Secreto"
Colin Firth
El director de la mágica “Stardust” ha demostrado con sus anteriores ejercicios cinematográficos que sabe dirigir con buen pulso y ritmo obras basadas en cómics, su sello personal queda patente en las máximas escenas de acción muy bien coreografiadas y sincronizadas con la música que siempre pone la guinda a los episodios más álgidos comenzando con un clásico temazo de The Dire Straits, “Money for nothing” que sirve como apertura del film junto con una escena explosiva o cuando empieza a repartir leña sin perder la compostura ni despeinarse nuestro Colin Firth como el Kingsman Galahad, un gentleman belicoso, que le viene como un guante el papel de instructor de Gary “Eggsy” (Taron Egerton) sentimos que todo está en pura consonancia, y es que son los momentos que más estamos deseando que se repitan, una y otra vez. Porque no decae el espectáculo. La película sabe mantener un equilibrio perfecto en todas sus facetas, para sacar mayor partido a lo que es la acción aderezada con comedia e intriga, múltiples guiños a películas, como “My Fair Lady”o “Pretty Woman” y los sucesivas referencias al mítico agente 007 como el Lord contemporáneo que da diferente utilidad a cotidianos accesorios pero que pertenece a la vieja escuela, y además es un auténtico galán, un buen conquistador con su facha pulcra e intachable. El arranque es el preludio, y por tanto la línea que sigue es más narrativa, nos presenta al chico del barrio con una estética muy dispar a los Kingsman y su proceso de conversión y reclutamiento. Al principio el protagonista lleva un aspecto estilo rapero, como el villano de la función, Samuel L. Jackson (que aquí para su rol usa un acento muy distinto al hablar y personifica a un genio de las altas tecnologías) ese look hace un contraste total con el de los caballeros británicos y es un símbolo metafórico de lo que representaría el bien contra el mal y lo que es ir por la dirección correcta o no. Además, también se acentúa en la incultura del joven aspirante a súper espía que no tiene formación académica ante sus compañeros que alardean de haber sido estudiantes ejemplares de Universidades de renombre y que vienen apadrinados, donde también se observa el enchufismo. La humildad da una lección a la soberbia. La clase y la elegancia no “se compran”.
En honor a la esencia de los caballeros ingleses utilizan los nombres de los distintos miembros de la mesa redonda junto con Arturo. La película también es un homenaje a los clásicos espías y agentes secretos, incluyendo a los de humor, como Austin Powers, (la guarida del villano en las montañas).
Taron Egerton en "Kingsman: Servicio Secreto"
Taron Egerton
Cuando se reúne un casting tan acertado con tan bueno actores, se espera un buen rendimiento en sus actuaciones, y aquí queda constatado, todo en armonía, codo con codo, el maestro con su discípulo, los veteranos que siempre añaden lustre al proyecto, tener a Michael Caine en pantalla siempre es un regalo para el espectador, no es la primera vez que se sube a un proyecto que recrea una historia comiquera , en el pasado le pudimos disfrutar en la saga El Caballero Oscuro de Christopher Nolan. Los intérpretes más jóvenes están obligados a crecer a nivel interpretativo al contemplar el dominio absoluto de los más experimentados en el campo, no es fácil enfrentarse a niveles de actuación y estar a a la altura de Colin Firth, un gran actor con extensa filmografía que sabe moverse en cualquier género y hacerse con el papel que le echen o Samuel L. Jackson que se viste en el rol que quiera o el actor Mark Strong que también fue el némesis de Kick-Ass en su primera entrega, por eso, Taron Egerton (Testament of Youth) que viene de la televisión y acaba de dar el salto al cine lleva, ha dado mucho de sí en su representación, ya que este papel le puede servir como lanzadera para darse conocer y recibir más ofertas en producciones cinematográficas. Por lo pronto ha demostrado que tiene buena madera de actor y se postula como una joven promesa fílmica.
Pero si hay algo que queda reflejado en el film es el estilo del responsable que está tras las cámaras, con luchas que suceden a cámara lenta y que da la percepción y la ambientación de cómic, pero sin perder ningún ápice de ritmo en la ejecución, buscando una intensidad fulgente que encontramos en cada secuencia. En esta película no se exhibe tanta sangre y violencia como en las de Kick-Ass que resultan más Tarantianas y exageradas, pero pese a ello tienen escenas impactantes, por lo que en ese aspecto parece un producto más intencionadamente suave para acercarse a más público que al target al que va esencialmente dirigido. 
Samuel L. Jackson en "Kingsman: Servicio Secreto"
Samuel L. Jackson
Si el principio del largometraje ya es arrollador, su cierre y conclusión es exquisito al son de Bryan Ferry con su Slave To Love que seguirás tarareando después de días de ver la película. La soundtrack original compuesta a dos bandas por Henry Jackman y Matthew Margeson que acompaña al film es magnética, nos arrastra con la historia en todo momento.
La obra no pierde fuelle en su discurso, es más, las más de dos horas de metraje se convierten en fugaces, de tal forma que solo esperas que haya continuación y esto sea el prólogo de una saga prometedora. Por el momento, la película ha recibido una buena acogida por la crítica de su país, ahora habrá que esperar a los resultados en taquilla. Por supuesto es altamente recomendada para los amantes del agente 007, del cómic, de Colin Firth (entre los que yo me encuentro) y de una buena sesión que une diversión, humor inteligente, acción y suspense.

Archivado como: 

Compartir

3 respuestas

  1. La canción de Dire Straits a la que te refieres es Money for nothing, creo.
    No te la sabes porque eres muy joven. No como yo que soy un viejo pellejo 😉

  2. HotBless: La crítica es de Cristina… y aunque se que canción dices, no se en que momento sale de la película porque no la he visto aún. Un abrazo.

  3. hola, ayer he asistido al preestreno de esta película. me ha encantado, me ha gustado mucho la adaptación del cómic. ya estoy esperando por la secuela. gracias por la crítica. saludos,

Continua en De Fan a Fan

También te podría interesar