Crítica de ‘Historia de un matrimonio’: Scarlett Johanson y Adam Driver se divorcian
El director Noah Baumbach (The Meyerovitz Stories) regresa con una nueva producción de Netflix, nominada a los Globos de Oro en las categorías más importantes (Película drama, guión, actores) para relatarnos algo que ya hemos visto en otras ocasiones: la disolución de una pareja, la quiebra de un matrimonio por diferentes cuestiones, en un relato de una potente carga dramática, pero, al mismo tiempo, salpicado con algunas tonalidades humorísticas que lo suavizan. Si hay algo que destacar especialmente en este film, es la pareja de actores, Scarlett Johanson y Adam Driver, ambos excelentes en sus roles y que sin duda van a poner un alto nivel de competencia y de calidad en las nominaciones de este año.
Historia de un Matrimonio comienza con un prólogo / resumen de una vida en pareja. Un resumen que bien podría ser de una película que abarque la etapa feliz de un matrimonio, porque enseguida la cinta nos sumerge en el meollo de la cuestión, y es como esa felicidad que nos muestran en el prólogo es algo que se ha quedado en el pasado, porque ahora solo hay dolor y pena por lo inevitable. Una película que ya ha levantado polvareda mediática, acusándola de que se posiciona mucho a nivel narrativo hacia un personaje, y como siempre suele pasar, los que afirman esto directamente, no han comprendido nada, o han querido interpretarlo de una manera tendenciosa para crear un escándalo donde no lo hay.
Precisamente, el valor principal de Historia de un Matrimonio (que como bien dice un colega en su crítica podría llamarse perfectamente Historia de un Divorcio) es que ambos protagonistas son seres humanos imperfectos que cometen errores. Ambos la han cagado, hablando mal y pronto, y se dan cuenta de que ante todo hay una cuestión mucho más importante que sus respectivos egos: y es su hijo. Tienen que pensar en el bienestar de su vástago, y lo que vemos es ese crecimiento en ambos personajes. Cómo parten desde una perspectiva más egoísta y van evolucionando hasta el punto de que el niño es lo más importante. Una película que por supuesto refleja también otras cuestiones muy verdaderas: los abogados depredadores que solo buscan el dinero, y también, la visión que hay sobre la maternidad, siempre más expuesta a las críticas y a las miradas de sospecha que la paternidad.
A nivel formal, Baumbach resuelve muy bien la cinta y es por lo que esta tiene un gran valor. Hay una gran abundancia de planos largos y desde la distancia en los que vemos esa brutal separación, esa brecha que se ha producido en la pareja (el momento en el metro, cada uno en un lado del vagón, separados por una barra metálica) o el instante en que el padre abraza a su hijo y la madre cierra poco a poco la puerta de la casa, un plano contraplano en el que la puerta simboliza de nuevo esa barrera que inevitablemente les aleja cada vez más el uno del otro. El guión sin duda alguna es muy interesante pero tampoco es el más brillante del año, y es uno de esos casos en los que la batuta de un buen director logra un producto diferente dentro del inmenso catálogo Netflix y que merece la pena disfrutarse en el cine. Historia de un Matrimonio es uno de los dramas más potentes y emotivos de los últimos años.