Crítica de ‘Bad Boys for Life’: Rebeldes para siempre

Mike Lawrey y Marcus Burnett están de vuelta 17 años después de la segunda película y 24 desde la primera entrega. La ya lejana Bad Boys de 1996 supuso un doble debut: por un lado el de Will Smith que ya era una estrella de la televisión con el Príncipe de Bel-Air y el de Martin Lawrence. Y por otro el de Michael Bay como director. Bajo la factoría de Jerry Bruckheimer, el gran productor del cine de acción de los 90, crearon una película que mezclaba la comedia con la adrenalina, con unos personajes simpáticos y que solo buscaba hacernos pasar un rato estupendo en la sala. Los Rebeldes para Siempre vuelven ahora, convertidos ya en unos veteranos del cuerpo de policía de Miami, acosados por los fantasmas del pasado.
Isabel Aretas (Kate del Castillo) ha escapado de la cárcel en México. Apodada la Bruja, tiene construido un plan, una venganza dirigida contra Mike Lawrey (Will Smith); quiere hacerle sufrir y de hecho, el nuevo guión del film está construido para profundizar un poco más en la historia del personaje, limitando la comedia a los momentos en los que Marcus (Martin Lawrence) hace acto de presencia, con unos gags realmente geniales que se alejan del histrionismo de la entrega precedente. De nuevo volvemos a escuchar la famosa canción de los Bad Boys, adornada con escenas de acción realmente buenas y que rinden homenaje en algunos planos a Michael Bay como creador original de la saga.
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Kate del Castillo es «la mala» de Bad Boys For Life |
Y sí, digo saga porque esto no ha hecho más que empezar de nuevo, ya que a la pareja protagonista Bad Boys For Life se une una nueva generación de personajes que sirven de actualización a una historia que nunca pasará de moda.
Los protagonistas ya son mayores, y no dejan de recordarlo con los momentos en los que Marcus tiene que ponerse las gafas porque ya no ve bien, o con el nacimiento de un bebé que le convierte en abuelo. Claramente, se nos dice que ahora sus roles van a cambiar. Todavía pueden dar algo de guerra, pero es el momento de ceder el testigo a una nueva generación. Si algo tiene Bad Boys for Life es precisamente buenas dosis de acción y de comedia, una calidad como película de género que ya le gustaría a muchas de presupuestos desorbitados como las que se estrenan ahora. Podemos caer en la tentación de pensar que esto no es más que otro producto que nace de esa necesidad del reciclaje de la nostalgia, pero estaríamos muy equivocados. Bad Boys for Life es una nueva aventura, una apertura nueva hacia otra cosa, y solo hay que disfrutarla.