El segundo capítulo de ‘Constantine’ me dejo un amargo sabor de boca, y aunque pensaba que esa iba a ser la tónica, ‘The Devil´s Vinyl’ me ha hecho recuperar las esperanzas.
Constantine aprendiendo un hechizo en «The Devil´s Vinyl» |
Había tres de cosas que echaba en falta en los dos primeros capítulos de Constantine. La primera de ellas, era un guion interesante. La segunda, que las tramas dieran miedo y por último, explorar el universo de Constantine usando la verdadera personalidad del protagonista y los personajes complementarios que tiene, y la verdad, tras la presentación de Zed en el capítulo anterior, tengo que decir que ahora Constantine va por el buen camino.
En ‘The Devil´s Vinyl’ profundizamos en las leyendas urbanas sobre grupos musicales e intérpretes malditos por hacer un pacto con el diablo, y si bien, ese solo es un aspecto destacado del capítulo, el componente diabólico del episodio es de lo más atractivo.
Poneos en situación. Una mujer desconocida se introduce furtivamente en un lugar cerrado desde hace años, y siguiendo unas instrucciones, encuentra un disco de vinilo escondido tras una pared.
El objeto, esta frio como una piedra y para comprobar que es lo que está buscando, decide llevárselo a un experto en el campo al que advierte que de ninguna manera escuche el disco, orden que, como suele pasar en las mejores películas de terror, ignorará, avocándole a una horrible muerte.
Papa Midnite |
Esa es la presentación de un episodio en el que Constantine sigue poniendo a prueba a Zed con el apoyo de su compañero Chas, y que los llevará a investigar sobre el origen, el poder y la forma de destruir este objeto malvado que vuelve locos a quienes lo oyen.
Introduciendo además a Papa Midnite (algo así como una réplica oscura y negra de Constantine empeñada en recopilar objetos de poder), ‘The Devil´s Vinyl’ nos ofrece situaciones aterradoras (como la de la morgue donde Constantine despierta a los cadáveres para interrogar a uno de ellos) y que nos suenan debido a diferentes películas, series y, sobre todo, extractos de leyendas urbanas que nos advierte sobre los peligros de invocar fuerzas sobrenaturales.
A lo largo del episodio (que básicamente nos muestra como Constantine, Zed y Chas buscan el disco maldito, ofreciéndonos la historia del origen y como afecta a una serie de personajes atormentados para ofrecerno un final lleno de sangre, hechizos y otras cosas) veremos como el protagonista hace uso de su particular sentido del humor y exponiendo, delante de la audiencia, objetos mágicos (como la carta que puede hacerse pasar por cualquier “documento” del mismo tamaño) que captan nuestro interés y simpatía por el show.
Algunas de las victimas resultantes de poner un disco demoniaco en una discoteca |
Lejos de contar más de la cuenta, simplemente diré que aquí se siembran las semillas de algunas de las enemistades que veremos a lo largo de la serie y se exponen por fin elementos dignos de Hellblazer, algo que no ocurría en el piloto y que resultaba lamentable en el segundo capítulo, por lo que de momento, nos frotamos las manos esperando al cuarto episodio, al que le pedimos que repita la fórmula de “The Devil´s Vinyl” en Constantine.