Desde que los Beatles se separaron hace más de medio siglo, siempre se ha dicho que las amargas discusiones entre Paul McCartney y John Lennon fueron el motivo de su ruptura.
Sin embargo, el nuevo documental del cineasta Peter Jackson, Get Back, podría cambiar nuestra percepción de las cosas. En imágenes que hasta ahora no habían salido a la luz, se aprecia a ambos riendo y bromeando durante la grabación del que sería su último disco, Let it Be, en 1970. Se trata de una imagen que contrasta con la infeliz versión que se nos había dibujado hasta ahora.
¿Conseguirá Get Back cambiar el relato sobre los Beatles?
Antecedentes del documental
El director, Peter Jackson, es conocido por la saga de El señor de los anillos, una de las franquicias más taquilleras de la historia. Sin embargo, como cualquier otro fan de los Beatles, debió sentir que le tocaba la lotería cuando Apple Corps —la empresa creada por el grupo en 1968— le pidió que revisara más de 60 horas de metraje inédito del cuarteto de Liverpool.
La elección de Jackson se debió a su conocimiento de las tecnologías de realidad virtual y realidad aumentada, ya que el plan original consistía en crear una exposición basada en estas tecnologías, parecido a lo que se hizo con David Bowie y los Rolling Stones. Sin embargo, tras visionar el material, Jackson sugirió utilizarlo para crear una serie documental.
El director puso una condición antes de firmar: no quería crear una película centrada en la negatividad que rodea a Let it Be, sino ver primero todas las grabaciones y luego decidir por dónde tirar. Lo que vio le sorprendió y le inspiró a hacer la serie.
Un vistazo al metraje
Todos los fans de los Beatles creen que la producción del álbum de despedida de la banda fue una experiencia difícil. John Lennon se refirió a aquella época como «seis semanas infernales», mientras que George Harrison la bautizó como el «invierno del descontento» del grupo.
Michael Linday-Hogg usó parte del metraje para su película Let It Be (1970), que tuvo una muy mala acogida entre el público y la crítica, ya que mostraba al grupo más famoso del mundo atravesando una ruptura difícil. Eso sí, la icónica escena de la banda tocando en una azotea de Londres pasará a la historia como uno de los momentos más famosos de la música.
Lo que Jackson vio contrastaba totalmente con todo aquello. El director se encontró con un ambiente distendido, con muchas risas y bromas. Un buen ejemplo es cuando el grupo recibe la noticia del divorcio de Yoko Ono y toca una canción para celebrarlo. Muchos fans de los Beatles acusaban a Ono de ser la causante de la ruptura de la banda, pero esta escena confirma lo que ha dicho McCartney muchas veces, que no tuvo nada que ver en la disolución. De ser la responsable, no hubieran celebrado tan efusivamente su relación con Lennon.
El espíritu festivo se mantiene durante todo el metraje. Jackson dice que «la felicidad aumenta a medida que avanzan las grabaciones». El grupo comparte anécdotas de sus inicios en Liverpool e incluso toca algunas de sus primeras versiones, como Blue Suede Shoes o Shake, Rattle and Roll.
Esto no quiere decir que todo lo que aparece en las imágenes sean escenas felices. Hay momentos que evocan a la película de 1970, como la marcha temporal de la banda por parte de Harrison tras las primeras sesiones. Eso sí, según Jackson, este hecho aparece «menos frío» en el nuevo documental, donde se incluye la conversación íntegra entre los componentes del grupo, y no una serie de comentarios editados fuera de contexto.
Cómo se hizo el documental
Han transcurrido 51 años entre un documental y otro. Viendo la serie de Jackson, es fácil apreciar los avances en materia tecnológica. Las imágenes se han restaurado fotograma a fotograma para que puedan apreciarse con nitidez en las televisiones modernas. Para ello, se necesitaron un equipo de 14 personas y casi cuatro años de trabajo.
Otro problema fue cómo condensar los más de dos días y medio de rodaje continuo en apenas unas horas. En un principio, Jackson quiso que la serie tuviera una duración de 18 horas, pero al final se redujo a un tercio.
Sin duda, fue un trabajo muy laborioso para Jackson, que se pasó varios días examinando cuidadosamente todo el metraje. Eso sí, como ya no quedan más imágenes de los Beatles, es probable que este sea su último trabajo sobre el grupo.
El resultado son seis horas fascinantes, divididas en tres capítulos, que los fans de los Beatles ya pueden ver en Disney+. Debido a su duración, el documental no se ha llegado a estrenar en cines, por lo que los telespectadores podrán disfrutarlo en casa a su ritmo y sacar sus propias conclusiones sobre lo que realmente pasó durante los últimos días juntos del famoso cuarteto de Liverpool.