Stargirl Temporada 1: Superhéroes pintorescos para TV y para toda la familia [Crítica]
La primera temporada de Stargirl ha llegado a su final. En España, la hemos podido ver gracias a HBO y aunque mi confianza en los productos CW es bastante baja en estos momentos (abandoné Arrow, The Flash, Legends, Black Lightning y Supergirl), me anime a seguir esta serie desde el comienzo de su emisión.
¿La principal razón? Pues sinceramente, porque se puede ver en familia y sin demasiados disgustos frente a un niño de casi cinco años de edad como el que tengo en casa.
Encontrar contenidos para toda la familia que no hagan que te explote la cabeza es algo bastante complicado y satisfacer los gustos familiares tampoco es fácil, por lo que probando con Stargirl, me llevé una grata sorpresa.
Si no conocéis la historia, os la resumo. En Stargirl, se nos presentan los últimos momentos de la JSA, un equipo similar a la Liga de la Justicia (en realidad es algo así como su contrapartida en otro tiempo/mundo), quienes, tras enfrentarse a una multitud de villanos, acaban cayendo derrotados ante la Liga de la Injusticia, una asociación de “malosos” que acaba matando a los miembros de este equipo.
Pasado el tiempo, nadie parece recordar a estos héroes y resulta que el acompañante de Starman, el líder de la JSA, empieza a rehacer su vida junto a su hijo, su nueva novia y Courtney, la hija de esta, casualmente en el pueblo donde los villanos de sus pesadillas se han establecido. Así pues, la joven Courney acaba dando con una caja de recuerdos de la JSA y sorprendentemente, es elegida por la vara cósmica de Starman para convertirse en una nueva heroína.
En Stargirl, tenemos básicamente una historia de legados. Un show que muestra como serán los herederos de los grandes héroes y villanos y que poco a poco va añadiendo personajes clásicos de DC a su reparto.
Las habilidades de Courtney van en ascenso durante la serie y aunque las coreografías de combate son poco creibles en muchos casos, resultan muy divertidas para el tipo de show que tenemos entre manos. ¡Y mola ver como la vara tiene vida propia! |
Pese a que soy un lector habitual de cómics, tengo que decir que los héroes y villanos que aparecen en la serie no son los que conozco, y como le pasará a la mayoría de aficionados de Batman, Superman o la Liga de la Justicia, estos les parecerán menores antes los grandes héroes de DC, pero curiosamente, el show sigue funcionando.
No es que Stargirl vaya a pasar a la posteridad por su calidad y sus guiones enrevesados, pero supone un soplo de aire fresco frente a producciones más serias y complejas que, sinceramente, están excesivamente orientadas a aficionados de los cómics.
Esta serie, es accesible al público general y pese a sus licencias, es muy respetuosa con las estéticas de héroes y villanos, algo que no es fácil y que como digo en el titulo del artículo, da pie a estéticas bastante pintorescas.
¿Es de por si eso algo malo? Personalmente, me encanta ver a los héroes de cómics con sus pintas en pantalla. Unos lucen mejor y otros peor, pero el espíritu se mantiene y eso, en mi opinión, es un punto a favor.
Así pues, tenemos versiones de Catman, de Hourman o del Dr. Medianoche, héroes que como digo, son menores, pero que aquí encajan a la perfección a pesar de que los villanos son claramente más poderosos que ellos.
Los villanos de Stargirl están por encima de lo que esperaba de la serie. |
En cuanto a otros detalles de la trama, tenemos el descubrimiento del plan maligno de los villanos, los usos que estos quieren dar a sus hijos e incluso sus juegos de poder entre ellos mismos para repartirse aquello que han conquistado.
Particularmente, tengo que admitir que me lo he pasado bien viendo Stargirl. Ver en formato live-action a personajes como Tigresa, Sportmaster o Solomon Grundy (mucho mejor esta versión que la de Arrow) me ha encantado, y estoy deseando ver como aprovecha el presupuesto que tiene para mostrar en pantalla los poderes de otros héroes de al JSA como Linterna Verde.
La recomiendo para espectadores que quieran disfrutar sin complejos, que no tienen muchos conocimientos de los cómics y que no tienen problema con héroes adolescentes y los trajes chillones.
En cambio, si esperas algo serio, en plan Titans o Doom Patrol, te puedes llevar un chasco.