‘Borg/McEnroe’ llegará a la gran pantalla en la primavera de 2018
La rivalidad se puede entender como un elemento motivador y se presume como necesaria en el deporte. A nivel profesional, es el gancho y el atractivo que convierten a muchas disciplinas en un fenómeno de masas. El Real Madrid no sería el Real Madrid sin el Barcelona y viceversa, Cristiano Ronaldo no se habría esforzado tanto por querer ser el mejor sin un rival de otro planeta como Leo Messi y lo mismo ocurre con Sebastian Vettel al compartir generación con Lewis Hamilton.
“Shia LaBeouf” by John Bauld (CC BY 2.0) |
El concepto en sí llegó a su máxima expresión en la década de los ochenta cuando dos ganadores natos como Björn Borg y John McEnroe se dieron cuenta que para triunfar estaban obligados a encontrarse de manera casi sistemática en las finales de los ‘Grand Slams’. A pequeña escala, se pudo ver algo similar antes entre, por ejemplo, Niki Lauda y James Hunt en la temporada 1976 en el ‘Gran Circo’. Visto que la fórmula funcionó con el largometraje de Rush, el director Janus Metz Perdesen, conocido por su participación en ‘True Detective’, ha querido inmortalizar la esencia del deporte a través de dos iconos del tenis que llevaron a otra dimensión la rivalidad, concretamente desde la pista a los medios de comunicación. ‘Borg/McEnroe’, título del film, se estrenará en la primera de 2018, pero ya se ha paseado por varios festivales como el de Canadá o San Sebastián con muy buena crítica.
Borg estuvo detrás de la cámara
La película gira, en gran medida, alrededor de la final de Wimbledon que protagonizaron en 1980 y que está considera como la mejor de todos los tiempos en el torneo más legendarios de todos. Para que los más jóvenes se hagan una idea, Borg y McEnroe eran en aquella época al tenis lo que Nadal y Federer en el presente, de ahí que, aunque pasen los años, sigan viéndose las caras en la última ronda y partan, pese a la edad, como los principales aspirantes a los títulos de los grandes como constatan las mejores apuestas de tenis.
La diferencia es que el discurso de admiración que se profesan entre Nadal y Federer mutuamente brillaba por su ausencia, principalmente por ese carácter indomable de McEnroe que desafió nada más llegar a la élite con solo 17 años al ídolo de masas que ya era Borg. La vida del estadounidense se presume como una buena oportunidad para que Shia LaBeouf no se encasille en el papel de Sam Witwicky dentro de la saga Transformers. El nuevo ‘niño malo’ de Hollywood tiene un repertorio artístico bastante más amplio como para abarcar diversos géneros y será la cabeza del cartel junto a su compañero de reparto Sverir Gudason, que encarnará en la gran pantalla al actual capitán de Europa en la Laver Cup. El film retrata desde los dos puntos de vista la batalla deportiva con solo una red como separación y la participación de Borg detrás de las cámaras ha servido para darle un toque de mucho realismo.