La acción y el suspense suben de nivel en Gotham dejándonos imágenes de un letal e intrépido Alfred Pennyworth.
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Bruce y su look menos pijo |
Continuamos poniéndonos al día de la serie Gotham , y ahora analizamos “Lovecraft”, capitulo que poco tiene que ver con el escritor de Providence, sino que se centra en el objetivo de Harvey Dent que descubrimos la semana pasada en la presentación del personaje destinado a convertirse en “Dos Caras”.
En este episodio, la acción se centra en Selina y Bruce, quienes tras unos primeros roces, se han convertido en grandes amigos a pesar de sus diferencias. Confiados en que nadie sabe de la presencia de Selina en Wayne Manor, el detective Gordon sigue dedicándose a sus tareas para poner en orden la ciudad cuando es sorprendido por una llamada que le avisa de que han asaltado la mansión Wayne.
Allí, Alfred ha ganado tiempo para su amo y la amiga de este, demostrando nuevamente que no es un mayordomo al uso y que sus vínculos con diferentes servicios de inteligencia lo convierten en un duro rival capaz de enfrentarse a tres asesinos profesionales… pero algo torpes.
Así pues,
Bruce y Selina deben huir de la mansión, y deciden introducirse en las calles de
Gotham, un lugar peligroso pero en el que la joven
Cat, se siente cómoda y segura.
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La líder de los asesinos que buscan a Cat y a Dick Lovecraft |
En sus andanzas, Bruce tendrá que cambiar de atuendo y se encontrara con la pequeña Ivy Pepper, la hija del hombre al que se responsabilizó de la muerte de los Wayne, y que ha quedado huérfana tras la muerte de su padre huyendo de la policía (como vimos en el primer episodio de Gotham) y el posterior suicidio de su madre.
Ciertamente, la niña a la que da vida Clare Foley tiene ciertos rasgos y actitudes que la convierten en una joven inquietante, y debido a que Selina sabe que la joven no está bien de la azotea, decide alejar a Bruce de su compañía.
Juntos, y mientras que Gordon, Bullock y Alfred rastrean la ciudad interrogando a unos y a otros (incluida una Fish Mooney que queda asombrada por los modales del mayordomo de los Wayne), Selina decide vender algunos de los objetos que ha robado en la casa de Bruce, y decide ponerse en contacto con su perista, el cual, avisado de la recompensa que se paga por la joven huérfana, no duda en venderla.
El asunto, que fue puesto en marcha sin que se filtraran nombres, ha resultado ser un fiasco encabezado por Harvey Dent, quien en su cruzada para acabar con Dick Lovecraft, jugo ciertas cartas que son las que ponen en peligro a Bruce, Selina, Gordon e incluso al empresario a abatir, el cual, lejos de tener responsabilidad por la muerte de los Wayne, es otra pieza más en el tablero, convirtiéndose en un objetivo más de los asesinos que buscan a la joven versión de Catwoman.
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La afición de Bruce por saltar azoteas se gesta en este capítulo |
Por su parte, Selina y Bruce buscan la manera de escapar de su actual confinamiento y a la llegada de sus verdugos se las apañan para ganar tiempo hasta que Bullock, Alfred y Gordon los localizan (no sin que antes Gordon hablara con Lovecraft y se enterara de algunos tejemanejes que le cuestan la vida al empresario y casi involucran al detective en su muerte), ofreciéndonos nuevas escenas en las que Selina demuestra ser una joven con muchos recursos que tras este capítulo, decidirá esconderse mejor y por su cuenta.
El capítulo de Gotham, termina con el alcalde Aubrey James increpando a Dent y Gordon por la muerte de Lovecraft, tras lo cual, y después de hacer un papel para la prensa, decide enviar al compañero de Bullock para que se encargue de la seguridad del centro para enfermos mentales de Arkham (que se inauguró tras los acontecimientos de la semana pasada) en una clara acción de castigo contra el joven que le ha puesto contra la pared tantas veces en las últimas semanas.
Evidentemente, también hay momentos para la trama del
Pingüino, Fish Mooney y Falcone, la cual se empieza a recrudecer tras el robo del dinero de
Falcone que vimos la semana pasada, y que provoca que el mafioso ponga a prueba a sus subcomandantes, incluidos
Oswald y Fish. |
Alfred es la verdadera estrella del capitulo, él, y los chicos. |
Por lo demás, el capítulo, en el que no he encontrado demasiadas referencias (solo que Ivy vuelve a salir y que Alfred se revela como algo más que un mayordomo), se salda con una buena cuota de acción, frases estupendas (como la de Alfred diciéndole a Bruce que si el muere quien va a contratar un mayordomo) y una muestra de que los jovencitos del show pueden dar mucho juego en caso de que el guion lo solicite.