Maratón Grotesco Palomitero: “Dellamorte Dellamore” y “Cockneys vs. Zombies” [Críticas SEFF 2013]

Como cada año, regresa el “Grotesco Palomitero”, maratón de cine B y Z, como parte del festival de cine europeo, que como viene siendo costumbre nos trajo tres películas de lo más gamberras. Una sesión de cine interactiva donde solo se nos pide una cosa: romper con los tabúes: reir, cantar y gritar a la pantalla. 

La primera de estas películas fue la italiana “Dellamorte Dellamore” (Michael Soavi, 1994), una película de zombies nada típica, que mezcla humor negro, drama, reflexiones filosóficas e incluso algo de necrofilia en 105 divertidos minutos que no dejan indiferente a nadie. 

La segunda, un estreno en el género de las “zombedys” (comedias zombie), “Cockneys vs. Zombies” (Matthias Hoene, 2012). Ganadora del premio del público en la anterior edición de la Semana del Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, nos encontramos con una película muy en la línea de “Zombieland” o “Shaun of the Dead” (“Zombies Party” en España).

La tercera, que servidor no tuvo la ocasión de ver (debido a que el pésimo servicio de transporte público de Sevilla me impedía volver luego a casa de cualquier forma que no fuera andando) fue “Leviatán” (Claudio Fragasso, 1984), una película de hombres lobo protagonizada por Alice Cooper solo apta para los más valientes, no por terrorífica, si no por mala.

“Dellamorte Dellamore” nos presenta a Francesco Dellamorte, el solitario vigilante del cementerio de Buffalora, un pueblecito del norte de Italia. Pero su trabajo no es tan simple como podría suponerse en un principio, y es que algunos de los muertos que son enterrados allí regresan a la vida como zombies pasados siete días desde su entierro. Con ayuda de Gnaghi, su estúpido y obeso compañero, Francesco deberá eliminar y enterrar de nuevo a los muertos vivientes por miedo a que alguien lo descubra y cierren el cementerio, perdiendo así su empleo. Con un genial comienzo, la película nos presenta una sucesión de situaciones cómicas e incluso absurdas, acompañadas de personajes llenos de carisma. 

Sin embargo, pasado el prólogo de la película, nos encontramos con que esta carece de un nudo definido, lo que deja al espectador un poco desconcertado, provocando la sensación de que el film se alarga innecesariamente. Si a esto le sumamos que cambia su tono de humor por uno más serio y reflexivo cuanto más avanzamos en el visionado, la sensación de “no saber muy bien que estamos viendo” se hace aún mayor. Pero no penseis que la película va perdiendo interés, porque de ninguna manera es así. Y es que mientras más veamos y conozcamos al carismático protagonista, más interesados estaremos en ver como reacciona a las múltiples situaciones que se le van presentando, manteniéndonos pegados a la pantalla hasta el último momento, para al final dejarnos perplejos con su aún más reflexivo final. Una película muy recomendable, que hace reír y pensar casi a partes iguales. 

“Cockneys vs. Zombies” se nos presenta como un film mucho más simple, con la única finalidad de entretener y hacer reir (consiguiendo más lo primero que lo segundo). La película empieza con unos operarios realizando obras y abriendo una antigua tumba llena de zombies, lo que sirve de excusa para la consiguiente invasión. Tras los créditos iniciales, se nos presentan los personajes principales, un grupo de jóvenes del East End de Londres, que verán en el atraco a un banco la solución a los problemas económicos por los que pasa la residencia de ancianos en la que vive el abuelo de tres de ellos. 

La acción irá saltando entre el grupo de jóvenes, que intentarán llegar a la residencia para rescatar a los ancianos, y los propios ancianos, que no se quedarán de brazos cruzados ante el inminente apocalipsis zombie. Así, la película se nos presenta como una sucesión de situaciones absurdas en las que se verán envueltos unos tópicos y planos personajes, aderezadas con chistes en su mayoría bastante malos. Si algo mantiene al espectador sin levantarse de la silla es sin duda el papel que desempeñan los ancianos de la residencia. Y es que, si ser brillante, la trama paralela protagonizada por este grupo de personas de la tercera edad se nos presenta mucho más original y graciosa que la de sus supuestos rescatadores. Esto, unido a un par de situaciones hilarantes (la persecución con andador o los zombies hooligans nos arrancarán más de una carcajada) y a unos efectos bastante decentes hacen que la película no llegue a aburrir, aunque la sensación de ideas desaprovechadas y meteduras de pata estúpidas al finalizar el film es inevitable. Una película entretenida y nada más, que sin embargo podría haber sido una gran “zombedy” de haberse llamado “Retired vs. Zombies”.

Desde luego, si una cosa queda clara es que cualquier amante del terror y el cine de serie B se habría sentido cómodo en un maratón así. Yo desde luego no me pienso perder el próximo.