Crítica de ‘Transformers: La Era de la Extinción’ (Transformers: Age of Extintion)

Unas semanas antes del estreno de la película en España, un servidor, residente en México (país en el que el último trabajo de Bay ya se ha estrenado), ofrezco para De Fan a Fan mi humilde opinión sobre la cuarta y vapuleada entrega de Transformers.

Crítica de Transformers: La Era de la Extinción

Ya habíamos mencionado previamente que Michael Bay parecía tomar un camino distinto con Dolor y dinero (“Pain & Gain”, 2013) y aunque esto no lo alejó de las superproducciones, sí por lo menos le hizo mejorar la historia y los personajes de éstas. Con dialogos mejor desarrollados, los protagonistas interpretan sus líneas de manera decorosa, alejados del acartonamiento y ridiculez de los personajes de las primeras tres películas: “Transformers” (2007), “Transformers: La venganza de los caídos” (2009) y “Transformers: El lado oscuro de la luna” (2011).

Lo anterior ocurre en los primeros 70 minutos del metraje aproximadamente, donde la parafernalia a la que nos tiene acostumbrados Bay se equilibra con el desdoblamiento de sus personajes humanos. Ya después nos arroja toda la parte de artificio y, también hay que reconocer, de espectacularidad completa de sus “Transformers” en grandes batallas entre ellos.
Pero vayamos por partes. Esta vez la historia se sitúa unos años después de la invasión a Chicago y las naciones del mundo han terminado en definitiva su relación con “Optimus Prime” y todas sus huestes, dejándolas en el ostracismo.

Mark Wahlberg en "Tansformers: La Era de la Extinción"
Mark Wahlberg y el resto de protagonistas humanos del film
Cade Yeager (Mark Wahlberg), un avezado inventor especializado en la robótica y con un montón de deudas, adquiere un viejo camión “Marmon 97” para pagar la educación universitaria de su hija Tessa (Nicola Peltz), al pretender venderlo por partes. Mientras arregla su destartalada adquisición, arranca un misil que estaba incrustado en el motor del megavehículo y da ‘vida’ nuevamente, y de manera sorpresiva, al líder de la galaxia libre, es decir, a “Optimus Prime”. La eclosión de esta nueva relación humano-robot llevará la vida de Cade y Tessa por caminos insospechados.
En paralelo, el agente de la CIA, Harold Attinger (Kelsey Grammer), está a la caza de los últimos “Decepticons” y “Autobots”. Para tal efecto, contrata los servicios de “Lockdown”, un cazarrecompensas que está a las órdenes del mejor postor. “Lockdown”, quien en su modo alterno es un “Lamborghini Aventador LP 700-4 Coupe”, está a la caza de “Optimus Prime”, el último gran líder transformer que falta en su colección para finalizar el trabajo que específicamente le encomendaron los misteriosos Creadores (artífices de los “Transformers”), pues según ellos “no es buena la mezcla entre especies distintas, ya que desbalancea el equilibrio cósmico”. Así pues, “Lockdown” atiende en dos mesas, básicamente sirviendo el mismo platillo: “Transformers”, vivos o muertos. Este cazarrecompensas galáctico se presenta como el robot con mejor presencia ‘histriónica’ en pantalla, pues no sólo es portentoso, sino que sabe bien lo que quiere, alejado de esa necedad romántica de “Optimus Prime” de salvaguardar a la humanidad, que lo hace debatirse siempre entre dos alternativas: sus homólogos o los seres humanos.

Lockdown en "Tansformers: La Era de la Extinción"
Lockdown el cazarecompensas Transformers
“Optimus Prime” (quien cambia su modo autobot del desvencijado “Marmon 97” a un reluciente “Western Star 4900 Phantom Custom”, flameado en azul y rojo) se hace acompañar esta vez por 4 colegas: el sempiterno “Bumblebee”, con su modo autobot “Chevrolet Camaro SS 1967” a “Chevrolet Camaro 2014”; el carismático “Hound” (que me recuerda mucho al Fidel Castro de 1959) y su modo autobot “Oshkosh Defense Medium Tactical Vehicle”; “Crosshairs”, cuyo modo autobot es un “Chevrolet Corvette C7 Stingray 2014”; y el samurái “Drift” y su modo autobot básico: “Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse 2013”. Todos ellos, a órdenes directas de “Optimus”, buscarán resguardar las vidas de sus nuevos amigos humanos: Cade, Tessa y Shane Dyson (Jack Reynor), el novio clandestino de Nicola Peltz en la película.
Stanley Tucci hace su aparición como Joshua Joyce, CEO de KSI, empresa especializada en tecnología de última generación, que ha logrado dominar el transformio, un metal de origen extraterrestre que contiene materia programable y que las ha permitido crear sus propios transformers. Su máxima obra es “Galvatron” (modo autobot: un camión “Freightliner Argosy”), quien ha sido programado con los restos de “Megatron”. “Galvatron” entabla con los autobots una batalla que se queda a medio camino, advirtiéndole a “Optimus”: “¡nos volveremos a ver Prime, porque he vuelto a nacer!” (¡ándale, se nos avecina la 5ª parte con “Megatron” resucitado!).

Autobots en "Tansformers: La Era de la Extinción"
Los Autobots y sus aliados humanos en esta entrega

A la acción de la película también se le imprime una mejora: los “Dinobots”. Nos ofrecen un show tecno-visual como no se había visto en la saga, más que nada por saciar la pupila de ver revestidos a los más emblemáticos dinosaurios de capas metálicas. Empezando por “Grimlock”, quien en su modo dinobot es un “Tiranosaurio Rex”; “Strafe”, como un “Pteranodon” de dos cabezas; “Slug”, quien se transforma en un “Triceratops”; “Slash” y su modo cambiante al letal “Velociraptor”; y “Scorn”, como un “Spinosaurus” con mortal quijada. Todos ellos bajo la tutela de “Optimus Prime”.
Aunque es claro que el show importante se lo llevan los megarrobots, la parte humana hace su trabajo y en este sentido es la diferencia más importante del trabajo de Michael Bay respecto a las tres anteriores entregas de esta saga: permite al inicio del film, el desdoble de sus personajes de carne y hueso en una dirección más sentida y auténtica, donde cabe por un instante la reflexión acerca de sus propias vidas. En este tenor, las actuaciones tanto de Wahlberg como de Peltz están a la altura de los encuadres iniciales del californiano.
Optimus y Grimlock en "Tansformers: La Era de la Extinción"
Optimus y Grimlock

Ya después, Michael Bay nos envuelve con el ritmo persistente y atronador de sus “Transformers”, con su gran show, lleno de suprema tecnología metálica transformable. El argelino apostó esta vez por elevar el nivel de su saga en cuanto a historia, acción y personajes. Y eso ya es de agradecer. ¿Que si lo logró? Sí, no como para volvernos locos, pero lo logró.

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3 comentarios

  1. A pesar de no haber visto las películas anteriores, puedo educir por tus atinados comentarios que estamos ante "la mejor" parte de esta saga de parafernalia robótica!!

    Entonces no nos quejemos de sentirnos abrumados por los efectos especiales, más bien, considerarlos como el complemento de la parte humana desarrollada por los actores en un desarrollo de casi 3 horas de acción.

    Un abrazo Mike!!!

  2. ¡muy buena reseña,miguel eduardo¡.

    yo he visto todas las pelis de la saga,y esta es (de largo)la que me ha gustado más.la inclusión de whalberg y stanley tucci en la mezcla le ha dado más brio y algo de frescura a esta nueva entrega.eso sí,la trama "humana" no puede ser más tópica,con marc whalberg haciendo de poco creible padre protector a lo bruce willis.
    esa seria el equivalente a la parte de texas,porque la parte de la pelicula que transcurre en china es puro michael bay 100×100 desatado como nunca lo has visto antes.una cascada imparable de explosiones,cgi de primerisimo nivel,y acción adrenalitica que(francamente) te deja agotado y exhausto.el despiporre,vamos.

    esta es una pelicula para ver en pantalla grande(sip.yo la he visto como la he visto,pero cuando la estrenen es bastante problable que pase por taquilla)y seguramente si se curran el 3-d,puede ser inenarrable su visionado.recomendable para disfrutar de una peli palomitera que no le exija a tu cerebro más de lo que promete.

    para desconectar y dejarte llevar.ni más,ni menos.
    p.d:y ahora paso a cumplimentar lo de abajo en que te piden que demuestres que no eres un robot(modo ironia on,jeje).

  3. La película me parecio "entretenida", a pesar de las acostumbradas elecciones bobas, acción que es sólo para relleno y un metraje largo para una trama media incoherente. Los humanos dejaron de ser payasos pero tampoco se tomaron "lo real" muy en serio. Los peores errores que quitaron de la trilogía anterior fueron removidos, pero agregaron nuevos.

    Si bien la película es algo más estructurada que las anteriores, no deja la vara muy arriba como para hablar de olvidarse de las anteriores. Es una mejora pero sólo por que hay más tiempo con los transformers, nada más. Esta cuarta entrega no nos deja nada especial que nos haga pensar en que esta es la película definitiva, aquella que le haga honor a nuestros héroes, los transformers.

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