Pompeya: Atractiva aventura épico-historica [Crítica]

POMPEYA (POMPEII) es lo nuevo del director Paul W.S. Anderson, el cineasta posee una gran experiencia en dirigir cintas de acción y ciencia ficción, como muestra en su filmografía cuenta con varias de la saga basada en el videojuego Resident Evil (el estreno de la 6ª entrega se espera en 2015), Alien vs. Predator (2004) o Mortal Kombat. El título está protagonizado por el actor Kit Harington al que se le conoce por su personaje de Jon Nieve en la aclamada y exitosa serie de la ficción del canal estadounidense HBO “Juego de Tronos”, además de con reconocidos actores de la talla de Kiefer Sutherland y Carrie-Anne Moss.

Nos situamos en el corazón de la ciudad de POMPEYA, en el año 79. d.C. acercándonos a la vida de un joven esclavo que de manera obligada se convierte en gladiador (Kit Harington), el cual no solo se enfrentará en la arena a sus peligrosos homólogos rivales, también luchará por la libertad y el amor de la bella Cassia (Emily Browning) que se encuentra prometida con el corrompido Senador Corvus (Kiefer Sutherland). Mientras tanto, se avecina la lucha contra el desastre natural que amenaza con el total exterminio de la urbe.

Kit Harington en plena lucha

POMPEYA exhibe unos espectaculares efectos especiales que se engrandecen cuando se disfruta en formato 3D, gana visualmente y ofrece una experiencia única y tan sumamente homérica y gloriosa como la historia que se nos va mostrando. Durante la sesión del preestreno exclusivo que organizó Sensacine.com en conjunto con la distribuidora de la cinta, eOne Films en los cines Kinépolis de Madrid, el público asistente pudo presenciar y sentir mientras visionaba la película una lluvia de confeti y niebla que emulaban la erupción de Vesubio, además de lámparas que simulaban el fuego del temible volcán, donde por primera vez muchos pudieron ver una película de forma cuatridimensional.

Tal vez el guión sellado a tres bandas por Janet Scott, Lee Batchler y Michael Robert Johnson carezca de originalidad, tiene mucho de la premiada “Gladiator” (2000) del acreditado Ridley Scott, en lugar de un gladiador “hispano” tenemos a uno “celta” movido por su sed de venganza y que impulsa una rebelión y a un villano que encarna Kiefer Sutherland que bien podría ser el mismo al que daba vida el actor Joaquin Phoenix, así como el amor “prohibido” de diferente casta social. Pompeya también bebe de la verídica leyenda de “Espartaco” cuya historia ha sido llevada a la gran pantalla y en formato televisivo concibiendo la exitosa serie “Spartacus”. Su enorme previsibilidad en el desarrollo y en su desenlace, sin salir de los esquemas tradicionales y vistos anteriormente en esto tipo de largometrajes, es uno de sus puntos más flacos. No obstante, he de decir que al igual que films que suministran una fuerte carga de adrenalina como el reciente estreno “Need for Speed” sin ser más que un ejercicio puro y duro de entretenimiento y de calidad visual, Pompeya es una película que se dejar ver muy fácilmente, evaporándose el metraje y respondiendo a las expectativas preconcebidas. El espectáculo está servido, combinando lo histórico, lo romántico con la acción y con fantásticos efectos especiales a raudales, resultando una película efectiva y estimulante.

Kiefer Sutherland y Emily Browning

En el apartado artístico, no hay duda que sus protagonistas están en un buen estado físico, luciendo cuerpos atléticos y que alegran la vista, sobre todo la estrella de la función, Kit Harington que pese a que le tilden de soso y de que siempre tiene la misma expresión cuando actúa, en su rol de Milo, el esclavo que se convierte en gladiador está más que correcto. En cuanto al resto del reparto cumplen de manera equilibrada, despuntando la actriz de Matrix, Carrie-Anne Moss,en su efímero papel.

La nota musical viene de la mano del compositor Clinton Shorter (2 Guns, Distrito 9) que crea una partitura contundente, épica y armoniosa transmitiendo la tensión y el clima ante la inminente destrucción de la ciudad de Pompeya.

El papel de Carrie-Anne Moss es meramente anecdótico

POMPEYA nos entrega una buena aventura recreada en la antigua a Roma que nos devuelve un trocito de historia de forma amena, sin extenderse en la duración y ofreciendo una buen sesión en la butaca de cine de entretenimiento.